Juanma Cabrera, el graciosero que con 14 años decidió que quería pescar

Hace un año compró un barco grande y antiguo que restauró él mismo. Entretanto, estudió el curso de patrón en la Escuela de Pesca de Lanzarote y como le faltan horas de práctica, tiene a un patrón contratado

10 de agosto de 2024 (08:45 CET)
Actualizado el 10 de agosto de 2024 (12:03 CET)
Juanma pescando

Juan Manuel Cabrera Toledo tiene 20 años y siempre le gustó la pesca. Con 14 años, cuando acompañaba a su tío a pescar, decidió que de mayor se dedicaría a ello

Con 16 recuperó un bote abandonado y empezó a salir a pescar solo, con tantas ganas, que un día lo encontraron a más de 20 millas al norte de Alegranza. En realidad no estaba solo, porque estaba con él su perra Kiara, que sigue acompañándolo. 

Hace un año, con 19, compró un barco grande, que llevaba varios años sin faenar, y lo restauró él mismo. Entretanto estudió el curso de patrón en la Escuela de Pesca de Lanzarote y como le faltan horas de práctica, tiene a un patrón contratado

 

El antes y después del barco
El antes y después del barco

 

Los inicios no fueron fáciles. “El barco me costó conseguirlo. Llevaba unos 4 o 5 años parado, pero el dueño al principio no quería vendérmelo. Entre todos  conseguimos convencerlo. Lo tuve un mes y medio en varadero, lo pinté y lo reformé y ya llevo un año y medio con él”. 

Cabrera lo hace casi todo solo, pero tiene un primo pescador que le aconseja desde el primer día. Su horario depende del mar. “Salgo cuando el tiempo está bueno y libro cuando está el tiempo malo”. 

 

“Hay meses que no gano ni para gasoil y otros meses que cobro para dos o tres meses”

 

Las capturas también oscilan. “Voy a pescar bocinegro, mero, atún o cabrillas. La pesca depende del día. A veces he venido con 3.000 kilos de atún y casi 200 de pescado blanco. Los días que va mal pueden ser 10 kilos o menos”. 

Lo que también se refleja en el sueldo. “Hay meses que no gano ni para gasoil y otros meses que cobro para dos o tres meses”. 

El pescado blanco “va todo a la Cofradía de pescadores de La Graciosa” y el atún “lo descargo en Órzola”. Cabrera explica que por algunos pescados le pagan hasta 8 euros por kilo. El atún es más barato, el listado, me lo compran a 1,15 euros”.

 

"La pesca es muy dura, pero si te gusta, adelante. Yo llevo amigos a veces a pescar y muchos me dicen que no saben cómo aguanto sin dar una cabezadita todo el día”

 

Preguntado por los requisitos para salir a pescar Cabrera explica que “el permiso de pesca lo tiene el barco y yo me saqué el título de patrón, pero como me faltan horas todavía, tengo a un patrón contratado”. 

“Iba a pescar por las mañanas y por las tardes a estudiar”. Durante cuatro meses no paró y algunos días, también trabajaba por las noches: “Salía de clase, me venía para La Graciosa, dejaba el barco en Órzola,  echaba los tambores para las morenas y antes de que amaneciera los recogía”.

Cuando tenga todas las horas de experiencia, trabajará solo, pero para la pesca del atún, en verano, contratará a alguien: "tendré que tener una persona conmigo”.

 

Varios momentos de la jornada de pesca
Varios momentos de la jornada de pesca
 

Por el momento pesca en aguas de La Graciosa, pero se está planteando salir más lejos. “A Fuerteventura todavía no he ido porque estaba estudiando. También me gustaría llegar, más pronto que tarde, a los bancos que hay por las zonas del norte, el de la Concepción, arriba del Roque del Este y otro más al norte en dirección a Madeira”. Allí, explica, puede conseguir pescados de fondo como los chernes o la fula. 

Juan Manuel Cabrera. Pesca.
Juanma Cabrera, posando con una de sus capturas

 

Cabrera reconoce que, de momento, se gana bien la vida con la pesca. A la pregunta de si recomendaría a otros jóvenes esta profesión, Cabrera responde: “La pesca es muy dura, pero si te gusta, adelante. Yo llevo amigos a veces a pescar y muchos me dicen que no saben cómo aguanto sin dar una cabezadita todo el día”. 

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