La familia Ferrer se despide de la Calle Real de Arrecife

Una leyenda viva del comercio lanzaroteño, Almacenes Ferrer, abandona la Calle Real de Arrecife, desde donde hace más de medio siglo mostraba las últimas novedades de la moda y demostraba nuevas formas de hacer negocios. La competencia de las cadenas internacionales de moda y el progresivo declive del centro de Arrecife como lugar de compras han obligado a la familia Ferrer a echar el cierre. 

Los años 60 y 70 fueron “años de apogeo, mi padre tenía contactos en Barcelona y Bilbao e introdujo un sistema muy moderno de venta a crédito”, explica a La Voz, Pedro Ferrer hijo, el menor de los hermanos, que es consejero delegado de la empresa familiar en la actualidad. 

“Aquí las familias eran, por aquel entonces, de pescadores y agricultores, que no cobraban periódicamente, así que el sistema que introdujo mi padre tuvo bastante éxito”. 

Un referente de la moda en la isla

En aquella época, por su tamaño y novedades, Almacenes Ferrer estaba considerada una de las mejores tiendas de Canarias y  la gran mayoría de los lanzaroteños acudía a la tienda del centro de Arrecife a hacer sus compras. 

En los años 80 del pasado siglo seguía siendo un referente de la moda en la isla como demuestran los desfiles organizados en colaboración con la Sociedad Democracia, aunque el desgaste por el crecimiento de la competencia ya había empezado. 

La llegada del turismo a Lanzarote fue acompañada de un número creciente de tiendas de ropa de cadenas internacionales que fueron reduciendo el volumen de negocio de Ferrer en el centro de Arrecife. 

Para compensar la situación, Ferrer fue paulatinamente abriendo otras tiendas más pequeñas en las zonas turísticas. Primero en Puerto del Carmen a mediados de los años 70 del pasado siglo, y en los últimos años, con aperturas en Puerto Calero y Playa Blanca.

 “Cerrar en el centro de Arrecife es muy doloroso para nosotros"

No obstante, el crecimiento en los puntos turísticos, no ha sido suficiente para compensar las crecientes pérdidas económicas de la tienda del centro de la capital. Ferrer llegó a tener 80 empleados en su mejor época. Hoy son solo 23.  

“Cerrar en el centro de Arrecife es muy doloroso para nosotros. Toda nuestra vida ha girado en torno a esa tienda, en la que los trabajadores eran como de la familia”, explica Pedro Ferrer hijo.

 “Lo que fue definitivo fue la apertura del Open Mall. La bajada desde entonces ha sido bestial”, explica Pedro Ferrer hijo, quien también reconoce el bajón sufrido por muchos otros negocios en toda la Calle Real.

Sin embargo, preguntado por si la aprobación de la apertura del Open Mall fue una equivocación por parte de las administraciones públicas, ya que fue en detrimento del comercio local, el consejero delegado de Ferrer no culpa a la competencia de grandes superficies, sino al deterioro de la Calle Real como lugar para hacer compras.

"En todas las ciudades la mejor zona comercial es el centro, pero aquí se ha venido abajo"

“En nuestra época, Lanzarote era un destino pequeño y las grandes marcas no venían, pero luego creció mucho en habitantes y en turismo y este modelo tenía que llegar sí o sí. A mi el Open Mall me parece un acierto comercial. Lo que está mal, es que la Calle Real, que tendría que ser otro éxito comercial, se ha venido abajo durante los últimos 20 años”, argumenta.

“En toda las ciudades la mejor zona comercial es el centro urbano”, explica y pone como ejemplo las zonas comerciales del centro de Las Palmas de Gran Canaria y Madrid. “Pero si el centro se cae y no se apuesta por arreglarlo y mejorarlo se acaba así”. 

El consejero delegado de Ferrer opina que la mejora del centro no es solo una tarea de los poderes públicos, sino que “es cosa de todos. Las calles se deterioran como nosotros cuando vamos envejeciendo. No nos damos cuenta, pero 20 años más tarde somos muy viejos y por eso hay que ir tomando medidas poco a poco antes de que eso suceda”.