En 2024, más de 287 millones de pasajeros en Europa se vieron afectados por retrasos o cancelaciones de vuelos, según datos de AirHelp, compañía tecnológica especializada en derechos de los pasajeros aéreos.
A pesar de que el Reglamento que regula los derechos de los pasajeros aéreos en la UE, actualmente es una de las más completas y que mejor protege a los viajeros en todo el mundo, las previsiones indican que esta cifra seguirá en aumento.
Sin contar además que, “según una propuesta de la UE, en el futuro las indemnizaciones por retrasos en los vuelos sólo podrán pagarse tras retrasos de cinco, nueve o doce horas, en lugar de tres horas como hasta ahora” advierten desde Airhelp.
El departamento legal de Airhelp explicó a La Voz que "el Parlamento Europeo redactó un informe basado en esta propuesta en 2013, pero se quedó estancada en el Consejo Europeo. La actual presidencia polaca a vuelto a incluir la revision en la agenda".
“El origen de estas medidas se remonta a una propuesta de revisión normativa presentada en 2013. El objetivo que subyace es aliviar la carga financiera de las aerolíneas, aunque esto suponga reducir significativamente la protección al consumidor”, explica Airhelp en su comunicado a los medios.
“Recientemente, el ministro danés de Transportes se pronunció a favor de la reducción de derechos de los pasajeros, apoyado por Scandinavian Airlines (SAS). Un hecho que, puesto que Dinamarca ocupará la Presidencia del Consejo de la Unión Europea a partir de julio de 2025, hace que la situación sea mucho más alarmante”, completa la empresa.
El sector aéreo afirma que el coste de compensación es elevado, pero los datos dicen otra cosa: según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), los ingresos del sector ascendieron en 2024 a 940.000 millones de euros, un 6,2% más que el año anterior. En cambio, el coste estimado de compensación bajo la normativa europea es de entre 0,58 a 1,17 euros por pasajero.
“Ninguna aerolínea ha demostrado que el sistema actual sea económicamente insostenible. Restringir los derechos de los pasajeros para aliviar las cuentas de una aerolínea en crisis no es justo ni razonable”, concluye el CEO de AirHelp.
Además, la regla de las tres horas también genera beneficios operativos y medioambientales: obliga a las aerolíneas a mejorar la gestión de escalas, mantenimiento y disponibilidad de tripulación, lo que optimiza el uso de la infraestructura y reduce los vuelos adicionales -que aumentarían las emisiones de CO₂-.
Desde hace más de 20 años, el Reglamento que protege a los pasajeros en la UE ha servido como modelo para países como Reino Unido, Canadá, Arabia Saudí, Turquía, Brasil o incluso Estados Unidos, que han basado sus normativas en este estándar.