Los municipios madrileños Boadilla del Monte, Majadahonda y Las Rozas, y en cuarto lugar Arrecife, son los que mejor competitividad fiscal agregada presentan, si se analizan los 141 municipios españoles con más de 50.000 habitantes, mientras en el polo opuesto figuran Reus (Tarragona), Girona y Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Los datos proceden de un informe del Instituto de Estudios Económicos, laboratoria de ideas que engloba a numerosos empresarios del país.
Asimismo, Madrid, Zaragoza y Málaga son, entre las ciudades españolas con más de 500.000 habitantes, las que tienen los impuestos municipales menos gravosos, mientras que Barcelona, Valencia y Sevilla son las que presentan una presión fiscal superior.
Estos son algunos de los datos contenidos en el Informe de Opinión del Instituto de Estudios Económicos (IEE) sobre "La competitividad fiscal de las entidades locales y de las comunidades autónomas. Factor determinante para su desempeño económico", presentado este jueves.
Como recoge el informe y ha destacado el presidente del IEE, Íñigo Fernández de Mesa, los municipios recaudan a través de sus distintas figuras impositivas alrededor de 25.000 millones de euros, lo que supone el 43% de sus ingresos, y dos tercios de esa cantidad proceden del IBI.
En este impuesto, los municipios con menores tipos son Boadilla del Monte y Santander, frente a Reus y Girona, que casi doblaron el tipo medio nacional.
De todas formas, en términos medios son los seis municipios de más de medio millón de habitantes los que mejor tratan fiscalmente a sus ciudadanos con el IBI y los que tienen 500.000 y 200.000 habitantes los más gravosos.
Agrupados los municipios por comunidades y calculando la media ponderada de todos los impuestos, Baleares es la comunidad autónoma que mejor competitividad fiscal local presenta, seguida por Madrid, Cantabria y Asturias, todas ellas por encima de la media nacional.
El informe incluye también una comparativa de la imposición fiscal personal en grandes ciudades europeas, que, examinando rentas iguales en unidades familiares iguales, sitúa en un rango medio a Madrid y Barcelona -por este orden-, con peor competitividad fiscal que París, Berlín y Londres pero mejor que Roma, Lisboa y Ámsterdam.
En cuanto a las comunidades autónomas, que recaudan más de 110.000 millones anuales (en cifras de 2022), aproximadamente un 33,5 % del total de sus recursos, el sistema fiscal más competitivo, según los indicadores elaborados por el IEE, es el de Madrid, por delante de los tres territorios vascos -Vizcaya, Álava y Guipúzcoa, por este orden- y Canarias.
En cambio, los peores resultados se obtienen en Cataluña, la Comunidad Valenciana, Aragón, Asturias y Extremadura.
El análisis del IEE concluye que "un marco fiscal competitivo favorece un mayor crecimiento económico y contribuye a un mejor nivel de vida", puesto que las comunidades con menos presión fiscal cuentan también con un PIB per cápita mayor, de modo que "la competitividad regional se postula como un factor clave del desarrollo económico de las regiones".
Destaca asimismo que en 2022 la comunidad con mejores resultados en términos de competitividad regional es Madrid, seguida por País Vasco y Cataluña, que además son las únicas que superan la media europea dentro del territorio español.
En cambio, las regiones españolas con peores resultados en esta clasificación son Extremadura, Andalucía y Canarias, muy alejadas del promedio europeo.