Quedaban 19 segundos para concluir el partido entre el Magec Tías "Contra la Violencia de Género" y el Gardenstore Baloncesto Sevilla Femenino cuando Julia Mejías cometía una falta a Yaiza García. La capitana del equipo se dispone a realizar los dos lanzamientos de tiros libres que podrían sentenciar definitivamente el encuentro.
Ella no lo sabía, pero antes de comenzar el encuentro estaba a 12 puntos de llegar a los 3.000 en categoría nacional. En el momento de la falta, había anotado 11. Realiza el primer lanzamiento y anota, llegando a la mítica cifra. Ejecuta el segundo y entra, comenzando el camino a los 4.000, dejando propina.
La canterana del Magec Tías suma y sigue desde que debutara en competición nacional con el Gran Canaria La Caja de Canarias en la temporada 2007/2008. Toda la ilusión que tenía aquella niña de 19 años no se pudo plasmar en la cancha y al año siguiente conseguía sus primeros puntos jugando para el Aguere. En dos temporadas lograba 539 puntos y daba el salto al CB Uni CajaCanarias.
En el equipo universitario llegó a jugar incluso unos cuartos de final, anotando esa campaña, la 2010/2011, un total de 181 puntos, regresando al Aguere al acabar la temporada, firmando 379 puntos en su última campaña en el archipiélago.
La temporada 2012-2013 fichó por el Durán Maquinaria Encino gallego, donde estuvo dos temporadas jugando tanto la liga regular como la fase final de la competición liguera y logrando en 48 partidos un total de 680 puntos y de ahí al CB Al-Qazeres de Extremadura de la máxima categoría del baloncesto femenino español, donde puso fin a su periplo peninsular con una temporada en categoría nacional, en los que anotó 244 puntos más.
Aunque no le faltaron equipos, decidió que era el tiempo de regresar a casa y ayudar a su club, el CD Magec Tías, y afrontar un reto ilusionante, el de ascender a la Liga Femenina 2. La campaña 16/17 quedará escrita en la historia del club, con el título regional logrado en Tenerife y con una imagen en la retina de todos, Yaiza García, retirándose del pabellón con la maleta para poder regresar a la isla e ir a trabajar. Miraba atrás mientras iba saliendo con el trolley, con tristeza por no poder vivir el momento con su equipo, pero segura de que sus compañeras lograrían el título. Y así fue.