Varios deportistas lanzaroteños viven el "sueño americano" compaginando el tenis y los estudios

Estos jóvenes tenistas aprovechan las becas que las universidades de Estados Unidos otorgan para poder estudiar una carrera y al mismo tiempo, forjar una formación deportiva que resulta una "experiencia enriquecedora"

17 de octubre de 2024 (10:17 CET)
Actualizado el 17 de octubre de 2024 (14:20 CET)
Jugadores lanzaroteños que entrenan al tenis y cursan estudios universitarios en Estados Unidos
Jugadores lanzaroteños que entrenan al tenis y cursan estudios universitarios en Estados Unidos

Cuando un joven quiere dedicar su vida al deporte pero al mismo tiempo formarse académicamente estudiando una carrera la situación, normalmente, se complica. Sin embargo, en países como Estados Unidos existen becas dedicadas a estos perfiles para que no abandonen su pasión mientras realizan sus estudios.

Es el caso de diez tenistas lanzaroteños que con la ayuda de estas becas en el país americano, están consiguiendo sus objetivos. Juan Ramón Martín, delegado insular de tenis de Lanzarote, es uno de los apasionados de este deporte y tiene como meta difundir la idea de que sí se pueden compaginar ambas actividades sin tener que abandonar una de ellas.

"El sistema educativo americano brinda muchísimas oportunidades y es tan flexible que es muy difícil que un chaval no encuentre lo que quiera estudiar", cuenta Martín.

Esto ha permitido que desde hace 15 años, varios jóvenes de Lanzarote hayan logrado becas para estudiar en Estados Unidos a través del deporte, en este caso, del tenis. "Existen becas que cubren hasta el 100% del costo y otras del 80%, entre otros niveles", explica.

Todos ellos se han puesto en contacto con diferentes empresas y han firmado contratos de exclusividad, que les ayudan en la búsqueda de universidades. "Los elementos que valoran y que sirven como herramientas en la selección incluyen el nivel de tenis, así como las calificaciones desde la ESO hasta la EBAU. También se demuestran sus habilidades, técnica y movilidad, que actúa como carta de presentación y base para que las universidades encuentren el mejor talento, así como el nivel de inglés del alumno y el trabajo en equipo", indica. 

 

Perfiles de los tenistas conejeros

Alejandro Martín, de 17 años, es uno de los jóvenes que quiere cruzar el charco para poder tener una formación deportiva y académica de altura. "Estados Unidos es para compañeros y para mí una experiencia enriquecedora a nivel personal y deportivo con los estudios", dice. 

Martín, que quiere estudiar Finanzas o Empresariales, quiere progresar en paralelo en el tenis. Acabo de terminar todos los requisitos necesarios para que las universidades puedan ofertarme una beca y uno de los aspectos más importantes es el vídeo de presentación, en el que hablas un poco de ti y los entrenadores pueden ver tu nivel, tu técnica y tu forma de moverte en la pista", comenta el deportista.

Alejandro Martín
Alejandro Martín

 

Pablo Merino también estuvo inmerso en esta experiencia en la Union College, una universidad situada en el corazón de Kentucky. "Cada día allí se sentía como si estuviera viviendo una película, rodeado de paisajes hermosos y una comunidad que fomentaba el crecimiento personal y académico". cuenta. 

Sin embargo, después de un año y medio, tomó la decisión de transferirse a Dillard University, en la ciudad de Nueva Orleans, Louisiana. "Las razones fueron muchas: anhelaba un clima más tropical, la energía de una ciudad más grande y, sobre todo, las increíbles “vibes” que se respiran en cada rincón", dice.

Ambas universidades pertenecen a la NAIA (National Association of Intercollegiate Athletics), "lo que me permitió continuar compitiendo en el tenis y forjar amistades que, sin duda, me acompañarán toda la vida", expresa.

Pablo Merino
Pablo Merino

 

El conejero Miguel Lazaga, por su parte, comenzó a jugar al tenis cuando tenía 7 años. Actualmente está cursando estudios de Biología y Ciencias Ambientales en USA, en la Northwest Mississippi Community College y está en su primer año.

"La experiencia de momento está siendo genial, superando mis expectativas desde el día que llegué, y me sorprendió el buen nivel de tenis que hay y la seriedad en la que se toman los deportes a nivel universitario", declara Lazaga. 

En lo que respecta a la educación, asegura que "hay algunas asignaturas que son más sencillas de llevar pero las principales son más complicadas y hay que estar pendiente de las muchos deberes que te mandan". 

Miguel Lazaga, justo en el centro de la imagen, junto a sus compañeros
Miguel Lazaga, justo en el centro de la imagen, junto a sus compañeros

 

Desde muy joven, Rubén Peñate supo que el tenis era su pasión. "A los 12 años me fuí a Barcelona para formarme como tenista y cuando cumplí la edad de decicir si ser tenista profesional o no, decidí seguir con los estudios compaginándolo con el tenis en el 2009, a la Barry University en Miami", declara. 

"Es una experiencia maravillosa, la universidad se vuelca con los jugadores, además por ser extranjero, y desde el primer momento te ayudan en la gestión de estudios, exámenes, trabajos, etc. Se tienen ciertas ventajas por representar a la universidad en las competiciones", cuenta emocionado.

Además, "el nivel es exigente, tanto en los estudios como en los entrenos, y te obligan a llevar una vida ordenada, dentro y fuera de la pista", explica. "Yo estuve 3 años, lo tuve que dejar por las lesiones pero el compañerismo es muy importante, se crea una familia", dice. 

Rubén Peñate
Rubén Peñate

 

Raúl Vilariño lleva poco tiempo en Estados Unidos, apenas un mes, y está en Chicago en la universidad Roosevelt. "Mi experiencia en el mes que llevo está sindo increíble ya que estoy en un sitio completamente nuevo y estoy conociendo a un montón de personas nuevas", expresa. 

Y es que vivir solo en otro país hace que madures. "La madurez es bastante importante, ya que al estar en otro continente en el que no están tus padres pues te tienes que sacar las castañas del fuego tú solo ya que no tienes ayuda de casi nadie. Aprendes a vivir solo y a ser mucho más organizado y limpio. Yo por ejemplo en mi casa no hacía nada, era bastante desorganizado y limpiaba poco pero aquí es todo lo contrario", asegura.

Raúl Vilariño
Raúl Vilariño, segundo por la izquierda

 

También hay ejemplos de jóvenes que casi que llevan el tenis en la sangre y lo aprenden desde que son muy pequeños. Es el caso de Alejandro Béjar, un madrileño de nacimiento criado en Lanzarote. "Empecé a jugar con 9 años en el Hotel San Antonio en el grupo del ayuntamiento donde mi primer entrenador, Diego Cardozo, pronto me empujó a perseguir el deporte más seriamente. Con 12 años, ya estaba viajando a torneos a Gran Canaria, Tenerife y la Península cada semana para en jugar torneos nacionales", recuerda. 

Con 18 años y con el empuje de su familia, Béjar consiguió viajar al continente americano para cursar una carrera y formarse también en el ámbito deportivo. "Tras varias ofertas de beca académica y deportiva en multitud de sitios, acabé cursando mi carrera de Gestión y Dirección de Empresas en Presbyterian College, universidad de División 1 ubicada en Carolina del Sur. En esos 4 maravillosos años, ganamos 3 campeonatos de conferencia; conseguimos un ranking nacional en los top 75 del país; y jugar el prestigioso torneo Nacional de NCAAs", destaca. 

En esta etapa, el joven pudo "madurar, crear momentos inolvidables con compañeros y amigos y aprovechar esta etapa lo máximo posible", cuenta. Tras 6 años en el sur de EEUU, cuatro de carrera y dos de máster, y a través de relaciones forjadas dentro de una pista, el tenista se mudó a Nueva York a trabajar para la academia del ex número uno del mundo, John McEnroe. "Allí llevé a jugadores de alto nivel que buscaban entrar en el circuito o en universidades de primer nivel además de dirigir torneos nacionales y regionales", declara.

Alejandro Bejar
Alejandro Bejar

 

Dudas a la hora de tomar una decisión tan importante

Asimismo, existen las dudas a la hora de si ir o no a un país extranjero a estudiar y a practicar al mismo tiempo el tenis. Felipe González es otro de los lanzaroteños que tuvo rondando en su cabeza esta idea hasta que decidió dar el paso y cumplir su sueño. Fue becado por la universidad de Nichols, situada en Massachusetts, y combina sus estudios de doble grado de Economía - Business con el tenis.

"Al principio de este año fue cuando realmente me di cuenta de que no podía dejar escapar esta oportunidad, y aquí estoy, viviendo esta gran experiencia", asegura. En cuanto a los estudios, "al principio fue un poco complicado ya que todas las clases son en inglés, y me costó bastante, pero a medida que han ido pasando las semanas, la mejora es notable", explica González.

En lo que respecta a la parte deportiva, está "muy contento". "Tenemos un gran entrenador el cual nos ayuda a conseguir nuestro objetivo, ganar, y, además, el equipo de tenis me sorprendió para bien porque no pensé que fuese a haber este gran nivel de tenis", expresa. "Aunque al principio sea un poco difícil todo, ya que te cuesta conocer gente, separarte de tu familia y amigos, vale la pena", asegura el tenista.

Felipe González
Felipe González, a la derecha

Ian Pedersen también decidió vivir esta experiencia tan enriquecedora y estudia en la Universidad North Carolina A&T. En diciembre acaba su tercer año en Estados Unidos, donde cursa Liberal Estudies y el próximo año estudiará un mínor en Marketing.

Pedersen no sabía cómo iba a ser la experiencia pero está encantado, le ha sorprendido la gran acogida que ha tenido por los compañeros y el entrenador. "La relación con el equipo es muy buena, me ha dado la oportunidad de conocer a gente de muchas nacionalidades y el entrenador sabe mucho de tenis, y sabe cómo llevarnos, afirma. 

Ian Pedersen
Ian Pedersen

Luisa Renovales, por su parte, estudia Marketing y llegó a Estados Unidos en 2021 y al Eastern Florida State College, donde jugó en partidos a nivel nacional donde llegó a las semifinales. "Este año soy la capitana del equipo y estoy muy contenta porque es algo por lo que he trabajado mucho y, además, soy parte del comité SAAC y ayudo en proyectos para mejorar la experiencia como deportista en el país", cuenta.

Luisa Renovales
Luisa Renovales

 

Obstáculos en el camino que se pueden superar

Sin embargo, a veces los deportistas se topan con situaciones que interfieren en su carrera pero de la que hay que saber levantarse. Es lo que le ocurrió a María Perdomo, que fue a Estados Unidos en 2011 porque con 16 años le diagnosticaron un problema grave de hombro que le impidió seguir jugando profesionalmente al tenis. 

"Con 17 me contactó una empresa que se dedica a dar becas para ir a Estados Unidos y, después de valorarlo con los médicos, decidimos que podía intentarlo a ver si el hombro lo aguantaba y finalmente sí pudo aguantarlo a base de infiltraciones y otros tratamientos, por lo que jugué durante cuatro años", declara. 

Después del tratamiento, la joven decidió a quedarse a cursar un máster y a trabajar en el país. "Trabajé como psicóloga y directora de una clínica a la vez que tenía una academia de tenis montada y combinaba ambas cosas y era muy feliz", cuenta. 

"Sin duda es una experiencia que recomiendo a todo el mundo porque te ayuda a madurar y a ser responsable con tu tiempo. Es muy duro a la vez por no tener a tu familia ni a tu tierra cerca pero es una experiencia muy enriquecedora", finaliza. 

María Perdomo
María Perdomo

 

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