El mundo del deporte ha vuelto a sufrir un nuevo altercado, esta vez en un partido de balonmano disputado el pasado sábado 22 de febrero entre el CB San José Obrero y el Fertiberia Puerto Sagunto en el Pabellón de Titerroy, en Arrecife.
Según refleja el acta del partido, tras la finalización de la primera parte, antes de que las árbitras se dirigieran al vestuario, un individuo esperó a las colegialas para pedirles explicaciones sobre algunas decisiones durante el partido.
Las árbitras "pidieron que se retirara pero el individuo continuó insistiendo y las siguió hasta la entrada de los vestuarios". Ambas no fueron respaldadas por nadie en su camino a los vestuarios y tras no recibir respuesta, el chico "elevó el tono de voz argumentando que 'era amigo del vicepresidente' y que 'se iban a enterar'".
En el acta se deja constancia de que ambas colegialas "pidieron al delegado de campo que impidiera que ningún espectador se acercara a ellas pero el delegado respondió que 'no podía hacer nada porque esa persona es del club'".
La tensión aumentó cuando en el minuto 59:55, tras una decisión arbitral de sancionar con golpe franco y exclusión. En ese momento comenzaron las amenazas y los insultos de un grupo de aficionados del CB San José Obrero, tales como "hijas de puta, venid fuera que os vamos a matar", "no vas a salir vivas, cabronas" u "os teníamos que haber matado en Soria".
Debido a estas amenazas que se recogen en el acta, las colegialas decidieron detener el encuentro y solicitaron al delegado de campo que "retirara a dichos aficionados para poder continuar con el partido" pero dijo que "no podía hacer nada". Dos jugadores del equipo local intervinieron para intentar que la situación se calmara.
Cuando finalizó el partido, los entrenadores de ambos equipos recomendaron a las árbitras no salir del centro de la pista "porque había un grupo numeroso de aficionados insultándolas". Tras hacer caso a la recomendación, ambas se dirigieron de nuevo al delegado de campo pidiéndole que tomara medidas pero este respondió que "vosotras sois árbitras, tenéis que aguantar esto porque es vuestro trabajo".
Finalmente, las colegialas esperaron ocho minutos para poder salir de la zona central de la pista y que se despejara la zona para poder acudir al vestuario. Casi media hora después, ambas firmaron el acta.
