Elena Moraga, la fisio de la selección suiza de vela en los JJOO de París que ejerce en Lanzarote

"Es una relación humana la que nos lleva a sentir y me quedo con cómo en un momento dado unas palabras o estar a punto de conseguir una medalla te hacen vibrar, emocionarte o llorar. Te sientes muy vivo", confiesa la experta en Osteopatía

1 de septiembre de 2024 (09:45 CET)
Actualizado el 1 de septiembre de 2024 (20:28 CET)
La fisioterapeuta osteópata Elena Moraga Groehn. Foto: Cedida.
La fisioterapeuta osteópata Elena Moraga Groehn. Foto: Cedida.

A pesar de que Elena Moraga Groeh nunca había sido una apasionada de la vela, su labor como fisioterapeuta experta en Osteopatía la llevó a embarcarse en una de las experiencias laborales más bonitas de su vida: participar como parte del equipo sanitario de la Selección Suiza de Vela en los Juegos Olímpicos de París, el pasado mes de julio. 

Natural del municipio catalán de El Masnou (Barcelona), Moraga vive en Lanzarote desde febrero de 2019, a donde se mudó por amor. "A mí me encanta Lanzarote porque siempre me he encantado el mar, me encanta la isla, con la energía que tiene, los canarios que están muy orgullosos de su tierra y además la cuidan un montón y les encantan sus tradiciones, sus fiestas y su comida", comienza en una entrevista con La Voz.

Desde que arribó a la isla, Moraga colabora con el Instituto de Fisioterapia Avanzada de Lanzarote (IFAL), con sede en Arrecife, y compagina su labor en IFAL con el tratamiento terapéutico a regatistas de diferentes países que vienen a entrenar a Lanzarote y a prepararse para diferentes competiciones. Esto no es casualidad, ya que el 76% de los medallistas olímpicos en vela entrenaron en invierno en Lanzarote y Fuerteventura, según los datos ofrecidos por la Federación Canaria de Vela hace un mes.                            

Así fue como Moraga se topó con los regatistas de la Selección Suiza de Vela, que también se preparan durante el invierno en Playa Blanca. "Ellos vienen desde finales de octubre hasta marzo", expone en una entrevista con La Voz. Durante seis meses su jornada laboral transcurre entre Arrecife y Playa Blanca, donde va a las localizaciones que eligen los regatistas suizos y también de otros países.

De las ventajas de Lanzarote, destaca "disfrutar del buen clima todo el año" y "esa sensación de recogimiento, de calma, de luz" que la "llena de paz". La forma de vivir en la isla le ayuda a combinar su jornada laboral con momentos de "relax, disfrutando de la vida". 

En su consulta, Moraga trabaja "de forma muy global", tratando a personas de diversas edades, desde bebés hasta adultos. En su rol con los deportistas, realiza un trabajo más osteopático, mientras que las lesiones por traumas deportivos las traslada a sus compañeros de IFAL. "Es más un equilibrio general de cadenas musculares, de regular tensiones del cuerpo". Por ejemplo, explica que las posturas que deben mantener los deportistas de vela, durante muchas horas, son muy exigentes, "entonces siempre les hago como una puesta a punto, un chequeo, un reset", explica. 

 

Playa Blanca, punto estratégico para la vela

Moraga comenzó a trabajar con deportistas a raíz de la recomendación de una amiga osteópata de Barcelona. A partir de ahí empezó a tratar a regatistas de la Selección Española y, luego, cada vez a más atletas alemanes. Al año siguiente, cuando la pandemia de coronavirus obligó a aplazar las Olimpiadas de Tokio, previstas para 2020, muchos regatistas viajaron a Playa Blanca para seguir entrenándose.

"Como acaban compitiendo entre ellos, quieren entrenar muchos juntos y así Playa Blanca se posicionó muy bien", explica la fisioterapeuta experta en Osteopatía. "Había un periodo largo de pausa de regatas, hace viento, es un sitio accesible, tranquilo, les encanta y como muchos hacen ciclismo y las carreteras son superfavorecedoras para ello, les encanta", añade. 

El coronavirus llevó al equipo suizo a requerir la labor de Elena Moraga de forma "más en exclusiva" desde 2020. Desde entonces, durante seis meses se traslada tres veces por semana hasta Playa Blanca para atender a los deportistas. "Somos un equipo de fisios, al final hay otros compañeros que también se desplazan en invierno para tratarles porque hay mucha demanda y entonces de año en año ya me van llamando", explica.

Actualmente, trabaja con entre tres y cuatro deportistas. No es la primera vez que Moraga viaja con la Selección Suiza, ya lo hizo en el año 2021. Entonces se desplazó a Portugal, donde la selección participaba en dos regatas diferentes. También fue contratada en julio de 2023 para acudir al test de las Olimpiadas, la prueba previa a los Juegos Olímpicos, que tuvo lugar en Marsella.

El equipo de vela de Suiza logró la clasificación de siete regatistas. Aunque finalmente no obtuvo ninguna medalla, todos los deportistas llegaron a la final y obtuvieron un diploma olímpico, en la competición que se celebró en Marsella (Francia). "Están supercontentos con el resultado. La verdad es que he vuelto muy emocionada y orgullosa, al final también es algo único", continúa.

La fisio confiesa que este viaje "ha sido maravilloso, supergratificante. Por un lado, a nivel humano por trabajar en un equipo con semejante logística, con mucha calidad humana. Me han mimado muchísimo son muy profesionales". Además destaca el valor de "trabajar con esta gente sana, que tiene un objetivo muy claro en la vida y tienen mucha constancia, mucha capacidad de compromiso, de superación y todos esos valores".

Moraga expone que "se queda con el lado humano" al trabajar con estos profesionales porque "al final también se te pegan esos valores y te motivan". A lo que suma, el valor de "vibrar con la emoción de la regata". Así, añade la importancia de "honrar el esfuerzo de cuatro años de un trabajo, de una pasión, de la amistad y el apoyo".

"La bandera al final te la hace la gente, yo siendo española me hubiera gustado trabajar con el equipo español, pero yo les tengo muchísimo cariño y para mí en ese momento es como si fuera suiza", confiesa Moraga. "Es una relación humana la que nos lleva a sentir y me quedo con cómo en un momento dado unas palabras o estar a punto de conseguir una medalla te hacen vibrar, emocionarte o llorar. Te sientes muy vivo".

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