Ana Hernández, la primera lanzaroteña en participar en la '44Cup', la regata internacional de alto nivel

La joven fue una de las deportistas que representó a España en la '44Cup' con el equipo del 'Lanzarote Calero Sailing Team' el pasado mes de febrero en el Caribe, una competición que requiere una gran preparación

15 de marzo de 2025 (19:21 WET)
Actualizado el 15 de marzo de 2025 (19:24 WET)
Ana Hernández durante una regata
Ana Hernández durante una regata

Ana Hernández es una regatista de 28 años que puede presumir de ser la primera lanzaroteña en participar en la 44Cup, la competición de vela de alto rendimiento a nivel internacional. El pasado mes de febrero vivió una de las mejores experiencias a nivel personal y deportivo, pero al mismo tiempo muy exigente y dura. Todo ello en un entorno paradisíaco como lo es la isla de Tórtola, en las Islas Vírgenes Británicas.

Para conseguir este hito, Hernández ha tenido que prepararse físicamente para poder llegar a un objetivo claro: el peso mínimo para poder formar parte del equipo del Lanzarote Calero Sailing Team

La vela es un deporte que Ana Hernández tuvo presente siempre en su vida porque su padre y su hermano lo practicaban. Desde los 8 años se apuntó a vela en el Centro Insular de Deportes Náuticos, donde reafirmó que era un deporte que le apasionaba. Continuó navegando hasta los 15 años pero luego, al irse a estudiar Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, dejó de lado la vela.

"Cuando terminé la universidad volví a Lanzarote y me comentaron que había un ciclo de vela en el IES Blas Cabrera, así que lo cursé. Fue ahí cuando empecé de nuevo en el mundo de la vela y a trabajar de ello también", cuenta.

Además, la joven también se adentró en el mundo de los barquillos y ha trabajado como entrenadora de Optimist y en la Escuela de Vela Latina de La Graciosa donde sigue actualmente. Por si fuera poco, al mismo tiempo trabaja para la Federación Canaria de Barquillos de Vela Latina donde divulgan este deporte en distintos centros educativos de las islas.

En cuanto a la acogida de sus compañeros en la 44Cup, la lanzaroteña afirma sentirse "muy acogida". "A algunos compañeros ya los conocía y me han protegido un montón, estoy aprendiendo muchísimo con ellos", asegura.

 

La preparación para la competición

En una competición tan exigente como la 44Cup, la preparación física es algo fundamental y es en lo que Hernández se enfocó durante cuatro semanas, tiempo que tuvo desde que la avisaron para formar parte del equipo. "Me llamaron y me dijeron que si quería participar en la primera regata, probar a ver si me gustaba y si se me daba bien", cuenta.

"El primer día de regata te pesan y tienes que llegar a unos kilos determinados porque el equipo tiene un peso máximo", explica la deportista. A cada participante se le informa cuál es el peso que debe tener y, en este caso, la regatista tenía que llegar a los 60 kilos cuando en ese momento pesaba 67. Al final, consiguió llegar al peso que le exigían, e incluso casi un kilo por debajo del objetivo. 

Además, el alto nivel de esta regata implica esta preparación para afrontar la dureza del circuito. "Es necesario para estar en esa embarcación porque es muy físico y era la primera vez que yo me subía a ese barco y, encima, yo vengo de la vela ligera", asegura. Para ello, la joven practicaba crossfit e iba a correr para bajar de peso pero al mismo tiempo ponerse en forma. 

En cuanto a la alimentación, dice que "intentaba hacer un déficit calórico", apoyándose en las recomendaciones de una amiga dietista. 

Ana Hernández junto al resto del equipo del 'Lanzarote Calero Sailing Team'
Ana Hernández junto al resto del equipo del Lanzarote Calero

 

Su puesto dentro del Lanzarote Calero Sailing Team

Cada uno de los integrantes del equipo tiene su puesto asignado dentro del barco, una organización fundamental en un espacio tan reducido y que requiere de mucha técnica. En el caso de la joven, líbero y navegación era el puesto que ocupaba. "Mi misión era apoyar al resto de puestos, yo iba haciendo lo que Nano Negrín me iba diciendo y como al final soy la que menos pesa del barco, me puedo mover bien en él para recoger todos los cabos después de cada maniobra", explica. 

Además, algo curioso de estas embarcaciones tan grandes de algo más de 13 metros de eslora es que, para realizar la regata en un lugar tan lejano como el Caribe, los barcos se desmontan y se transportan en contenedores.

Por otro lado, el objetivo del equipo era empezar adentrarse de nuevo en la 44Cup porque los demás barcos que compiten tienen un nivel muy alto y están muy experimentados. "En esta primera regata que hicimos el objetivo no era tener un puesto bueno, sino consolidarnos como equipo e ir aprendiendo de todo", declara Hernández. 

Un total de nueve embarcaciones participaron en la regata y se realiza durante cuatro días. Sin embargo, los equipos no pudieron salir del puerto de Nanny Cay uno de los días debido a las malas condiciones meteorológicas.

La competición se basa en un circuito señalizado con boyas que deben realizar y los puestos de los equipos van en función de en qué puesto se llegue y, el que menos puntos tenga, es el que gana.

 

Una experiencia inolvidable 

Esta primera experiencia de Ana Hernández ha sido un descubrimiento para ella. "Ha sido increíble, yo iba en esta de regata a probar a ver qué tal me iba y me han propuesto seguir en el equipo porque quedan todavía cuatro regatas de esta competición", cuenta ilusionada.

La lanzaroteña, sin pensárselo dos veces, ha aceptado la propuesta. "Les dije que sí con los ojos cerrados", dice. El resto de regatas de la 44Cup se celebrarán en distintos puntos del mundo, como Suiza, Cerdeña, Países Bajos y, la última, en Fuerteventura. 

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