Investigadores de las facultades de Ciencias de la Salud y de Psicología de la Universidad de La Laguna, y del Servicio Canario de la Salud, han determinado los indicadores que pueden ayudar a los profesionales sanitarios a que una madre pueda prolongar el período de lactancia materna.
La investigación ha sido realizada por Coral Castro, Aythamy González, José Miguel Díaz, Irene Cabrera y Marta Díaz y consiste en analizar la escala validada para medir la autoeficacia de las madres en la lactancia materna, denominada Breastfeeding Self-Efficacy Scale-Short Form (BSES-SF), según ha informado el centro docente.
En este estudio se planteó como objetivo comprobar si era posible agrupar los indicadores de dicha escala en distintos componentes, analizar si su puntuación cambia a lo largo de los primeros meses de lactancia y si se relaciona con el abandono precoz de la misma.
El estudio se realizó en el Hospital Universitario de Canarias (Tenerife) y el Hospital Comarcal Universitario Doctor José Molina Orosa (Lanzarote), con la participación de 272 madres primíparas.
A las 48 horas del parto y a los tres y seis meses se registró el tipo de lactancia, la escala de autoeficacia en la lactancia materna y otras variables sociodemográficas y clínicas.
Corroborando estudios previos, el grupo de investigación comprobó que la puntuación de la escala BSES-SF aumentó a lo largo de la lactancia, y que el incremento fue mayor en las madres con lactancia exclusiva o predominante.
También se constató que era posible diferenciar tres componentes en la escala: la seguridad en la lactancia, la competencia para afrontar la lactancia y sus posibles dificultades y la motivación para amamantar.
El componente de motivación era el más estable de los tres, sin cambios significativos a lo largo del periodo de seguimiento, y el componente de seguridad tenía inicialmente valores bajos y aumentó rápidamente entre los 3 y 6 meses, lo que posiblemente guarda relación con el hecho de que las madres van ganando experiencia.
Por otro lado, tanto el componente de seguridad como el de competencia alcanzaban valores significativamente más altos a los tres meses en las participantes en el estudio que continuaban con lactancia materna exclusiva, en comparación con las que habían pasado a lactancia parcial, es decir, que suplementaban la leche materna con una fórmula infantil.
Según la investigación, el componente de competencia es el que mejor predice el mantenimiento de la lactancia materna a los 6 meses, con una influencia aún mayor que el nivel de estudios materno.
Basándose en esos resultados, el grupo investigador considera que las intervenciones para mejorar las tasas de lactancia maternal deberían estar centradas en las madres con mayor riesgo de abandono precoz de la lactancia materna, e incluir estrategias basadas en sus necesidades individuales de las madres, centrándose especialmente en aquellas dirigidas a empoderarlas y aumentar su nivel de competencia.