La erupción del volcán Cumbre Vieja en La Palma ha provocado que grandes penachos de dióxido de azufre se hayan desplazado por el norte de África, Europa y el Atlántico hasta el Caribe, según se desprende de la monitorización que los científicos del Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de Copernicus están realizaron sobre los efectos de las actuales emisiones del volcán.
La monitorización realizada sobre la evolución de la columna total de dióxido de azufre (SO2) se inició a las 00.00 horas del 19 de octubre y se basan en observaciones satelitales de las columnas totales de SO2 (esto es el número de moléculas de SO2 existentes por unidad de superficie en una columna formada desde la superficie hasta la capa superior de la atmósfera).
Los científicos del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS) llevan haciendo un "estrecho seguimiento" del impacto sobre la composición atmosférica del volcán desde que entró por primera vez en erupción el 19 de septiembre de 2021, lo que incluye el desplazamiento de grandes penachos de dióxido de azufre (SO2) a lo largo de miles de kilómetros.
Este volcán, que ha entrado en erupción por primera vez en 50 años, tiene múltiples coladas de lava que "han causado estragos, sin dar señales de remitir después de casi un mes".
El CAMS, que se implementa a través del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM) en representación de la Comisión Europea y con financiación de la UE, monitoriza continuamente la calidad del aire en todo el mundo, facilitando a los usuarios datos anteriores sobre composición atmosférica, así como sus previsiones para los próximos días.
De este modo, el CAMS puede valorar numerosos aspectos de la calidad del aire a escala mundial, entre ellos el impacto de fenómenos naturales como las erupciones volcánicas, los incendios forestales y el polvo del desierto, combinando los datos de las observaciones con un modelo detallado de la atmósfera de la Tierra, pudiendo el CAMS predecir la composición atmosférica con hasta cinco días de antelación.
Los científicos del CAMS han realizado el seguimiento del desplazamiento y la evolución química del SO2 emitido por el volcán a medida que se desplazaba por el norte de África, Europa y el Atlántico, si bien las previsiones pueden mostrar el SO2 en la atmósfera pero no emplean ni ofrecen información sobre las cenizas volcánicas, responsabilidad que recae en los centros consultivos sobre cenizas volcánicas (CCCV).
En este sentido, apuntan que cuando el volcán Cumbre Vieja entró en erupción el 19 de septiembre de 2021 los penachos recorrieron principalmente el norte de África y los países del sur de Europa, entre ellos España y Portugal, y posteriormente alcanzaron el norte y el oeste de Europa.
Sin embargo, la dirección del viento cambió a principios de octubre y el CAMS rastreó los penachos de SO2 que recorrieron una distancia aproximada de 5.000 kilómetros hasta el Caribe. Además de información sobre el SO2, también se aportan datos sobre materia particulada atmosférica, tanto en términos de concentración como de profundidad óptica (AOD, por sus siglas en inglés).
La conversión química del SO2 en aerosol de sulfato está incluida en el modelo del CAMS y los análisis del CAMS sobre la profundidad óptica de los aerosoles (AOD) revelaron un desplazamiento de aerosol de sulfato junto con el SO2 de la columna total, por lo que el desplazamiento del polvo procedente del Sáhara por el Atlántico y su coincidencia con el penacho volcánico registraron episodios de bruma y mala calidad del aire en Puerto Rico y otras zonas del Caribe entre el 8 y el 10 de octubre, reduciendo la visibilidad a 5 millas o menos incluso.
La evaluación de las previsiones del CAMS sobre concentraciones de partículas finas (PM2.5) mostraron un incremento en algunos lugares de Puerto Rico, en consonancia con las mediciones realizadas in situ.
Comprender mejor los efectos
Al respecto, el científico sénior en el Servicio de Vigilancia Atmosférica Copernicus del CEPMPM, Mark Parrington, apuntó que el volcán Cumbre Vieja "lleva más de un mes en erupción constante, con impactos de gran alcance tanto en la composición atmosférica como en la destrucción local causada por el flujo de lava" y el CAMS monitoriza la calidad del aire en todo el mundo para "aportar información con la que comprender mejor" los efectos de fenómenos naturales como este en sus diferentes escalas.
Añadió que la monitorización que se hace de este evento "depende de la disponibilidad de las observaciones satelitales de SO2" y se asume "una inyección inicial a unos cinco kilómetros de altitud que, en este caso, parece razonable para captar el desplazamiento de largo alcance del penacho a través de Europa y hasta el Caribe".
En este sentido, explicó que cuando el penacho de SO2 se encuentra a esta altura, tal y como se observó en un principio sobre Europa, el riesgo de una reducción de la calidad del aire "es muy limitado" pero a medida que se sigue al penacho a lo largo de 5.000 kilómetros hacia el Caribe se fue "observando un descenso en la calidad del aire relacionado con la conversión del SO2 en aerosol de sulfato, que también se correspondía con la llegada del polvo procedente del Sáhara".
"Aunque la erupción de un volcán es un fenómeno natural, resulta vital que vigilemos la altura y el desplazamiento de los penachos de dióxido de azufre para entender cualquier impacto potencial en la calidad del aire a sotavento del volcán", dijo.
Finalmente, indican que atendiendo a las previsiones diarias del CAMS los penachos de dióxido de azufre se reorientarán hacia el norte y el oeste de Europa a mediados de octubre, y mientras el volcán siga activa los científicos seguirán vigilando los penachos y la calidad del aire de las regiones afectadas.