El Comité Científico ha informado este martes que la disminución de los observables, tanto directos en superficie, como los procedentes de las redes de vigilancia, “parecen indicar signos de agotamiento del proceso eruptivo" de La Palma, aunque aclarando que "no se puede descartar un nuevo repunte de actividad estromboliana y de emisión de coladas”.
Según el informe trasladado al Pevolca, el proceso se ha atenuado, “presentando un tremor casi inexistente, sin deformaciones del terreno y con una sismicidad baja en niveles intermedios y profundos”, pero continúan “siendo altos los valores de dióxido de azufre asociados al penacho volcánico”.
En este sentido, en la reunión del Comité Director, que estuvo coordinada por el Director General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, Gustavo Armas, se hizo un llamamiento “a la máxima prudencia de la población”, porque la emergencia no finalizará cuando el volcán deje de emitir lava y “hay que mantener todas las medidas de Protección Civil para seguir garantizando la integridad física de las personas”.
Al respecto, se hizo hincapié en que se mantiene “la vigilancia sobre la presencia de gases tóxicos en las zonas de exclusión” y solo se puede acceder siguiendo el protocolo de acceso a las zonas restringidas del Plan PEVOLCA, que recopila “todas las normas para tal fin que se vienen aplicando desde el inicio de la emergencia, recordando que una vez autorizada la entrada, es necesario ventilar bien las viviendas y los garajes”.
"Solo es visible una actividad fumaroliana más débil"
El Director Técnico del PEVOLCA, Miguel Ángel Morcuende, explicó que según los científicos “la actividad eruptiva ha disminuido hasta prácticamente desaparecer, permaneciendo en este estado durante la mañana, en la que sólo es visible una actividad fumaroliana más débil que en días anteriores”. Esta situación se produce tras el episodio de este lunes, donde se produjo “una importante fase explosiva con eyección de cenizas acompañada de caída de bombas, especialmente hacia el flanco norte”.
La emisión de SO2 asociada al penacho volcánico registrada durante el lunes “fue alta”, aunque la serie temporal de la emisión de dióxido de azufre “sigue reflejando una tendencia descendente desde el pasado 23 de septiembre, cuando se registró una emisión extremadamente alta”.
Continúa también el flujo de lavas desde la base occidental del cono principal, a partir de salideros de tubos volcánicos, aunque con el caudal muy disminuido respecto al de ayer. En el delta lávico de la zona de Las Hoyas la colada discurre sobre lavas anteriores sin nuevos aportes al mar.
Al respecto, Miguel Ángel Morcuende señaló que los aportes de lava “están muy debilitados y discurren principalmente por el suroeste de la colada 9, con pequeños derrames en Montaña Cogote y Las Norias, donde las cámaras térmicas muestran mayor calor residual”.
Con respecto a la calidad del aire, los niveles de SO2 durante la mañana de este martes se mantienen “buenos en todas las estaciones”, después del episodio registrado el día anterior donde la situación fue “extremadamente desfavorable en el Valle de Aridane y obligó a confinar durante unas horas tres municipios”.
En cuanto a la sismicidad, el Comité Científico señaló que el tremor “comenzó a disminuir en la tarde del lunes”, alcanzando niveles de ruido de fondo por la noche. Debido al cese del tremor se localiza más sismicidad en la zona intermedia en el rango de magnitudes 1,1 a 3,2 mbLg pero, a pesar de este aumento en la detección de sismos, “la sismicidad a profundidades intermedias sigue baja y el número de sismos a profundidades superiores a 20 kilómetros se mantiene en valores muy bajos”.