El presidente y el vicepresidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres y Román Rodríguez, respectivamente, han presentado este viernes un plan extraordinario económico dotado con 400 millones de euros para ayudar a diversos sectores, como restauración, comercios, gimnasios y turismo, afectados por el parón económico que ha supuesto la crisis del coronavirus.
Torres explicó durante una rueda de prensa que el plan consta de dos partes: por un lado la fiscal, que tendrá una afección generalizada al conjunto de la economía y que se centrará en el aplazamiento de deudas fiscales durante seis meses, lo que supondrá 41,8 millones de euros; así como el aplazamiento del Impuesto General Indirecto Canario (IGIC) en el primer trimestre, que implicará 194 millones de euros.
Agregó que estos 235,8 millones de euros que suponen los aplazamientos fiscales saldrán de una póliza de crédito que el Gobierno de Canarias suscribirá. Además matizó, en relación al aplazamiento del IGIC, que los ayuntamientos "recibirán lo que les corresponde".
En cuanto a la segunda parte del plan, se centra en ayudas directas para la restauración, comercios, centros deportivos y turísticos por un montante de 165 millones de euros, que en este caso prevén que vengan de los fondos europeos, cuestión que se está negociando, aunque tanto Torres como Rodríguez afirman que si finalmente no se pudiera financiar con las partidas europeas, se cubriría con recursos propios a través de deuda "si fuera necesario".
El presidente añadió que se prevén que sean unas 20.000 las empresas canarias que se podrían ver beneficiadas con las ayudas directas.
Por su parte, el vicepresidente del Gobierno de Canarias, Román Rodríguez, ha subrayado que este plan supone "dar una respuesta más" por parte del Ejecutivo autonómico al momento "crítico" que se está viviendo "primero en lo sanitario pero también en la economía".
Así, defendió que estas medidas extraordinarios "son la continuidad" de las adoptadas en 2020, cuando se destinaron 95,3 millones de euros entre marzo y diciembre a intentar paliar los efectos de la crisis sanitaria y económica motivada por el coronavirus.
Rodríguez aseguró que las ayudas directas son a fondo perdido, si bien se harán a través de convocatorias públicas, estableciendo unos requisitos que se deberán cumplir, y con los tiempos que exija la legislación pertinente.
Asimismo, matizó que se trata de ayudas "excepcionales, son una vez", y para las que puntualizó "no se tocan los recursos del presupuesto". Así, las medidas fiscales se prevén aprobar en el próximo Consejo de Gobierno para que puedan entrar en vigor a partir de su publicación en el Boletín Oficial de Canarias (BOC), mientras que en las ayudas directas se están estudiando los criterios que se exigirán para poder acceder a las mismas y que puedan llegar a todos.
Reprogramar fondos europeos
En relación a financiar los 165 millones de euros de ayudas directas a los sectores más afectadas por la crisis del coronavirus actualmente con fondos europeos, Rodríguez apuntó que están negociando con el Ministerio de Hacienda la posibilidad de que se puedan reprogramar los fondos europeos del RIAC para poder justificar estas ayudas "necesarias por la crisis ante la Unión Europea", cuestión que aseguró tienen "muy altas" probabilidades de conseguir.
Asimismo, Rodríguez matizó que este plan "no excluye" que el resto de consejería puedan generar ayudas complementarias porque "no se está tocando los presupuestos de ninguno", ya que este es un plan "extraordinario, extrapresupuestario", así como agregó tampoco se descarta que ayuntamientos y cabildos den ayudas.
Finalmente, en relación a la posibilidad de bajar o subir impuestos en Canarias, señaló que esto es una cuestión pactada en el Ejecutivo regional y los "impuestos no se tocan".