Treinta y cuatro colegios preparan estos días en las islas "con mucha ilusión y algo de incertidumbre" el estreno de las aulas de dos años en la red de enseñanza pública de Canarias, que van a suponer un "desahogo" para decenas de familias que no pueden costearse una guardería.
El CEO Argana es el escogido para poner en marcha la red pública de educación de cero a tres años en Arrecife, la capital de Lanzarote. La Agencia EFE ha compartido con su comunidad educativa este miércoles una jornada intensa de preparativos, reuniones y grandes dosis de ilusión por parte de docentes y familias.
"La implantación del nivel de dos años ha sido un desafío. Desde que la Consejería nos informó de que íbamos a ser el centro de que, dentro de Arrecife, implantaría este nivel, no hemos parado", reconoce la directora del centro, María Dolores Rocío.
Aún algo agobiada por los retrasos que sufrieron este verano las obras de adaptación del aula debido a la falta de algunos materiales, Rocío procura centrarse ya en lo organizativo.
"Es otro reto, porque hay que poner en marcha las funciones del maestro de Educación Infantil en la etapa de cero a tres años, las del técnico de Educación Infantil, las del auxiliar... e integrarlos en lo que es la organización de un centro", señala.
Pero la directora del CEO Argana cree que sus nuevas compañeras van a ayudar a la escuela en su conjunto a mejorar, porque poseen una formación que "fortalecerá a la etapa de educación infantil".
El primer ciclo de Infantil se estrena en esta escuela de Arrecife con el aula de dos años, cuya tutora es la maestra Merci Hernández Perera.
"Es todo un reto tener una tutoría de dos años. Lo asumo con mucha ilusión y algo de incertidumbre, porque normalmente trabajamos el segundo ciclo de Infantil y este primer ciclo tiene incluso un currículum diferente", explica.
Aunque solo haya un año de diferencia con los niños que hasta ahora se iniciaban en los colegios (los de tres años), Hernández Perera resalta que supone "un pasito más", porque se trata de trabajar con pequeños a los que hay que "acompañar en el proceso de maduración".
"Creo que ayudará también a compensar esas desigualdades que nos encontramos en los niños de tres años a nivel madurativo, porque proporcionar antes esas experiencias les ayudará a madurar", opina.
Su compañera de aula es la técnico de Educación Infantil Nayra Suárez Rodríguez, que tiene experiencia en guarderías, así que ya sabe que un niño de dos años es muy diferente a uno de tres.
"No tienen nada que ver. El niño de dos años es mucho más inmaduro, no es nada autónomo, tienes que ir ayudándolo poco a poco", dice.
Ella cree que va a poder apoyar mucho a la tutora, por su experiencia anterior. Pero también subraya que un colegio de dos años no es una guardería, porque el enfoque es diferente, así que su compañera Merci Hernández será quien complemente sus habilidades de cuidadora con su bagaje como maestra de Infantil.
"Y, en el tema económico, para las familias es una gran ayuda, porque muchos barrios no todas las familias tienen capacidad para pagarse una guardería", apunta Nayra Suárez.
Da fe de ello Sara, madre de María, una niña de dos años que empezará el lunes su etapa educativa en el CEO Argana, donde ya estudia una hermana algo mayor que ella.
"Para mí supone un desahogo muy grande que la niña pueda empezar este año el curso, para empezar a trabajar, porque la guardería se nos va de las posibilidades económicas. Es una facilidad muy grande para los padres", confiesa Sara.
Las ventajas no se quedan ahí. Sara cree que la primera beneficiada de ir al cole con dos años será su hija María: "Sé que para ella va ser algo bueno, porque, al no estar en guardería, ha tardado un poquito más en el aprendizaje a la hora de hablar y creo que aquí se va a desenvolver bastante bien". EFE