Anacef urge a controlar los excedentes de pesca que Senegal y Mauritania venden a China, Turquía o Corea

El director Martín advierte de que la UE ha sacado ya la tarjeta amarilla a Senegal por estas prácticas, con las que hace "una competencia realmente desleal"

EFE

11 de diciembre de 2024 (15:08 CET)
Actualizado el 11 de diciembre de 2024 (15:08 CET)
El director gerente de Anacef, Juan Carlos Martín. Foto: Anacef.
El director gerente de Anacef, Juan Carlos Martín. Foto: Anacef.

La organización de productores pesqueros Anacef, cuya flota faena en caladeros de África Occidental en base a los acuerdos de la UE con terceros países, ha urgido este miércoles a las administraciones competentes a controlar los excedentes que sospechan que venden a China, Turquía o Corea.

Así lo ha solicitado el director gerente de Anacef, Juan Carlos Martín, antes de participar en una reunión con representantes de la UE y los ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, Marruecos, Senegal, Guinea Bissau y, Mauritania para evaluar los acuerdos de colaboración pesquera vigentes y las estrategias más adecuadas para combatir la pesca ilegal. 

Martín ha advertido de que la UE ha sacado ya la tarjeta amarilla a Senegal por estas prácticas, con las que hace "una competencia realmente desleal" respecto de "las actividades que cumplen con todos los requisitos de sostenibilidad, no solamente en el ámbito biológico, también en el social", como hace la flota europea.

En el encuentro de este miércoles se ha abordado la política de control porque "de nada sirve que se adopten medidas de gestión para recuperar los recursos si luego no hay un control efectivo", ha referido a los periodistas el director gerente de Anacef, organización radicada en Las Palmas de Gran Canaria.

Martín ha recalcado que "la flota europea no es sospechosa" porque "trabaja con todos los índices de sostenibilidad y está monitorizada todos los días del año con un sistema de control específico e instaurado en cada buque por parte de la administración española", en el caso de la quincena de buques de Anacef, que también faenan en Angola en virtud de un acuerdo privado. 

"Además, para que la posición de nuestros buques esté en todo momento controlada por los terceros países instalamos una caja compatible con el sistema que usan ellos", ha subrayado, al tiempo que ha lamentado que "pese a todos estos esfuerzos" a Anacef le "da la sensación de que estos países ribereños venden también a China, Turquía o Corea ese excedente de pesca que" comercializan en la UE.

El representante de esta organización de productores pesqueros ha destacado que el pasado mes de febrero España se adhirió al convenio de trabajo en pesca, que establece que las condiciones laborales a bordo de los buques han de ser las mismas tanto para los tripulantes nacionales como para los de terceros países, lo que, "obviamente" "tiene unos costes superiores a los que pueden tener otras pesquerías que están campando a sus anchas". 

"La UE estas cosas se las tomas en serio, ya ha impuesto la tarjeta amarilla a Senegal por pesca ilegal y eso tiene ya una consecuencia inmediata, ya que el acuerdo de pesca que tenía con ese país no se ha podido prorrogar" debido a esa sanción, ha dicho. 

El representante de Anacef espera que Senegal "haga los deberes, se adapte, y haga un control efectivo de la pesca ilegal para que se pueda retomar ese acuerdo porque la siguiente fase es la tarjeta roja y eso tendría una consecuencia indirecta para la flota europea, como es la imposibilidad de descargar en puertos" senegaleses, ha apostillado.

Martín ha subrayado que el sector "se siente afectado, ya que esto va en perjuicio de la sostenibilidad de los recursos" y ha advertido de que si no se controlan esta prácticas, la flota de Anacef "tendrá que irse a otro sitio".

"China está colonizando toda África, la semana pasada pudimos comprobar en Nuadibú (Mauritania) la cantidad de barcos chinos que hay allí, son flotas nuevas, también turcas, y si no hay un control sobre ellas la situación se volverá en contra nuestra", ha afirmado.

Martín ha recalcado que Europa "paga mucho dinero por los acuerdos de pesca y al final no obtiene el retorno adecuado a ese tipo de compensaciones: de 60 millones anuales a Mauritania y de 18 millones a Guinea Bissau, a lo que se suma luego lo que tienen que aportar los armadores como cánones de licencias". 

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