Las obras de restauración del Molino de Tiagua han llegado a su fin después de meses de trabajos y gracias a la subvención de 39.000 euros otorgada al propietario para financiar cerca del 50 por ciento de esta intervención. La propuesta partió del área de Patrimonio HIstórico, que recuerda que este molino está recogido en el Catálogo de Protección del Patrimonio Arquitectónico y Monumental de Lanzarote y en el Catálogo Arquitectónico Municipal de Teguise.
"Se trata de uno de los bienes patrimoniales mejor conservados de la industria artesanal de la molienda que hay actualmente en Lanzarote. El Molino de Tiagua destaca por la calidad de su construcción, pero también por su dimensión histórica, ya que este molino, situado en pleno corazón del pueblo de Tiagua, tuvo una gran transcendencia en los siglos XIX y XX, siendo la referencia de molienda para muchas familias, no sólo de Tiagua, sino también de La Vegueta, Tinajo, Tao, Soo y Muñique", destacan desde el Cabildo.
El presidente, Pedro San Ginés, junto a la consejera del Área de Patrimonio, Carmen Rosa Márquez, visitaron este lunes el Molino de Tiagua y destacaron "el empeño personal del propietario y la voluntad de la primera Corporación para recuperar uno de los edificios más característicos de la producción de cereales que hay en la Isla".
La buena conservación de este molino se debe a que su funcionamiento se prolongó hasta mediados del siglo XX. Su penúltima restauración data del año 1983, realizada por el maestro artesano Domingo Abreut, profesor de la Escuela de Artes y Oficio. Sin embargo, la tormenta tropical Delta, en el año 2005, ocasionó importantes daños en las aspas y el balcón del molino.
De hecho, entre los trabajos de restauración y conservación realizados ahora a este bien inmueble, destacan la reposición de las aspas y la fabricación y colocación de un nuevo balcón, así como las puertas de madera, la construcción de una escalera de acceso a la primera planta con peldaños originales y el cambio de una parte de la maquinaria de la molienda.
"La capacidad del molino de Tiagua para poder moler, más allá de su valor como posible explotación industrial, supone un recurso de divulgación esencial para que las nuevas generaciones puedan entender cómo funcionaba este tipo de edificios en nuestra isla, en todas sus dimensiones, tanto históricas, como culturales y patrimoniales", recalcó el presidente del Cabildo.