Una víctima de violencia machista lucha para que condenen a su expareja por agredir sexualmente a su hija

La mujer es víctima de violencia de género por parte del padre de la menor, quien se encuentra actualmente en prisión por quebrantar la orden de alejamiento que tenía contra la madre

19 de marzo de 2025 (06:50 WET)
Actualizado el 19 de marzo de 2025 (08:34 WET)
Fachada de los juzgados de Arrecife, Lanzarote. Foto: José Luis Carrasco.
Fachada de los juzgados de Arrecife, Lanzarote. Foto: José Luis Carrasco.

Una superviviente de violencia de género batalla para que el padre de su hija de cinco años sea condenado por presuntamente haber agredido sexualmente a la niña. Los hechos se remontan a 2023, cuando la mujer se dio cuenta que su hija, que en ese entonces tenía tres años, presentaba "rojeces y arañazos en sus partes íntimas". 

El Juzgado de Instrucción número 1 de Arrecife condenó en un juicio rápido celebrado en enero de 2024 a la expareja de Marta (nombre ficticio) por amenazarla y vejarla de forma continuada al romper la relación. Entre otras cosas, según el auto judicial al que ha podido acceder La Voz y donde él reconoció los hechos, desde que dejaron su relación sentimental él la amedrentaba y amenazaba por WhatsApp y a través de mensajes de texto. Incluso, en un episodio expuesto en sede judicial, se topó con ella en una parada de guaguas en Caleta de Famara y le profirió: “Vas a llorar por tus hijos, zorra, puta”. Antes ya la había amenazado en otras ocasiones.

Tras llegar a una conformidad con el Ministerio Fiscal, solo fue condenado con trabajos a la comunidad y a la prohibición de acercarse a menos de 300 metros y comunicarse con la víctima durante dos años y medio. Sin embargo, en mayo de 2024, el acusado quebrantó la condena y fue condenado a nueve meses y un día de prisión.

A pesar de tener una condena como víctima de violencia machista, Marta mantiene una batalla judicial para que un Juzgado de Arrecife investigue si su expareja agredió sexualmente a su hija menor durante una de sus visitas. Por el momento, tras varios intentos, el órgano de Instrucción número 4 de Arrecife, ha sobreseído provisionalmente la causa al señalar que "no aparece debidamente justificada la perpetración del delito", que "la menor presenta alta resistencia a la valoración" y que "se mostraba muy poco colaborativa". 

 

"Me dijo que su padre le hacía esas cosquillas" en zonas íntimas

En los primeros meses tras su ruptura, la madre accedía a que el padre viera a la niña. Según ha narrado la progenitora a esta redacción, a la menor la recogían sus abuelos paternos del colegio en muchas ocasiones y,, "una de las veces la niña vino con sus partes íntimas enrojecidas y con un arañazo, y tenía su vagina manipulada porque lo dijo el médico que la examinó". "Yo le pregunté a la maestra si se lo había hecho en el colegio pero me dijo que no", continúa.

La niña, según manifiesta la madre, tenía "pavor" a que le quitaran el pañal, a que la bañaran y a que le limpiaran cuando hacía sus necesidades. "Tiempo después, mi hija estaba con una amiga y le hizo cosquillas en sus zonas íntimas, le dije que eso no estaba bien y me dijo que su padre le hacía esas cosquillas a ella, por lo que desde ese momento dejó de verlo", declara.

A raíz de esto, la madre intentó hablar con la familia paterna para que la niña acudiera a un psicólogo pero no quisieron, por lo que interpuso una denuncia aportando fotos y evidencias de las presuntas lesiones que tenía la menor. Sin embargo, el Juzgado sobreseyó la causa y luego, tras un recurso de la madre, volvió a abrirla. "La cerraron porque la niña, con tres años, no habló con la psicóloga", cuenta durante una entrevista con esta redacción.

El pasado mes de diciembre, la menor, ya con cinco años, declaró en una vista judicial ante el Juzgado de Instrucción número 4 de Arrecife y "dijo que el padre le hacía cosquillas en sus partes íntimas con una muñeca". Marta ha señalado que, "según el juez, no hay indicios de estos hechos porque es una acusación muy grave para condenar a alguien". Al mismo tiempo, en que explica que como la menor no declaró en su momento lo que narró hace unos meses frente al juzgado, "cierran el caso de nuevo". 

La madre explica que, tras prohibir al progenitor ver a la menor, un Juzgado ordenó que el padre pudiera ver a la niña en un punto de encuentro familiar, un espacio habilitado para las visitas entre menores y sus familias en casos de conflicto. Sin embargo, asegura que una vez que supo que iban a ser en estos espacios "desistió" de ver a la pequeña. La mujer, junto a su abogada, cuenta que presentarán de nuevo un recurso para poder abrir el caso. 

 

Los abuelos paternos solicitan ver a la niña

En este tiempo, el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Arrecife también se pronunció acerca de la petición de los abuelos paternos para poder visitar a la menor. El Tribunal concluyó que "existe justa causa" para negar estas visitas y respaldó esta decisión avalándose "en el interés de la menor". Así, añadió que a la niña de cinco años, "se le coloca en una situación de riesgo" al mantenerse comunicada con los abuelos paternos. La Sala decidió retirar las visitas que un órgano judicial anterior le había otorgado a ambos, a pesar de reconocer la situación de riesgo. 

Asimismo, en la resolución judicial, fechada en enero de 2025, el Juzgado expuso que al preguntar a los abuelos si realizarían unas posibles visitas con la menor en un punto de encuentro bajo supervisión profesional, los abuelos rechazaron la propuesta. En esta causa, el Ministerio Fiscal resaltó que la protección de la menor es fundamental, "tanto por las reiteradas denuncias, condenas y alejamientos" por maltrato hacia la madre de la menor como por "la desvinculación de los abuelos durante un periodo considerable de tiempo" y no haber asumido el papel de abuelos desde que dejaron de relacionarse con la menor. De hecho, desde que la madre interpuso la denuncia en el año 2023, los abuelos no habían mantenido relación con la niña ni habían intentado contactar con ella, según resaltó el fallo judicial. 

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