Pedro San Ginés (CC) siempre había sostenido que la contratación de su íntimo amigo Calatayud se produjo por la renuncia de Cobo Plana en la dirección legal del concurso de acreedores de Inalsa y que era imprescindible su nombramiento para no causar indefensión a la empresa pública del agua. Sin embargo, en la declaración como testigo del magistrado Cobo Plana del pasado viernes 14 de septiembre, éste reveló que San Ginés y Calatayud planearon apartarlo del procedimiento, porque el portavoz de Coalición Canaria prefería a su amigo.
Cobo Plana manifestó en su declaración que no había renunciado nunca como abogado de Inalsa y que, además, tampoco lo habría hecho nunca tanto por el interés jurídico que tenía el asunto, como por los considerables honorarios establecidos para el procedimiento 200.000 euros por todo el trabajo. Cabe recordar que Calatayud acabó ingresando siete veces más que lo que se había pactado con el magistrado, superando los 1,4 millones de euros, en virtud de unos acuerdos oscuros que perjudicaron a Inalsa.
El magistrado especialista en Mercantil también puso en conocimiento del juzgado que había recibido una llamada de Calatayud comunicándole la intención de San Ginés de cesarle, algo que le confirmó posteriormente el propio San Ginés en una reunión celebrada a finales de octubre. El testigo aclaró que les comunicó que él no iba a renunciar voluntariamente al asunto, razón por la cual tampoco firmó ningún documento dando la “venia” a Calatayud para que le sustituyese. Y que si el nuevo presidente consideraba oportuno cambiar de letrado, procediera al nombramiento, lo que se habría producido en la polémica sesión del Consejo de Inalsa de 18 de enero de 2010, también objeto de investigación.
En los registros de Inalsa, así como en la documentación judicial del proceso concursal, tampoco aparece comunicado alguno de la renuncia de Cobo Plana, confirmando la declaración del testigo.
Además, en uno de los ordenadores intervenidos por los agentes judiciales durante los registros domiciliarios, se localizó un documento redactado por Ignacio Calatayud para que lo firmara Cobo Plana, en el que se manifestaba que el citado letrado concedía a Ignacio Calatayud la “venia”, su conformidad para que le sustituyera en el procedimiento. Según los agentes policiales dicho documento fue creado el 26 de octubre de 2009, nueve días después de la celebración de la moción de censura que llevó a Pedro San Ginés a la presidencia del Cabildo.
Sin rastro del Consejo de Administración que nombró a Calatayud.
Cabe destacar que en la investigación que se está llevando a cabo, ninguno de los consejeros de Inalsa recordaron el supuesto Consejo de Administración celebrado según San Ginés en enero de 2010 y en el que, según una “certificación del acta de esa sesión”, se habría dado a conocer la supuesta renuncia de Cobo Plana como abogado de la entidad para justificar el nombramiento de Calatayud por motivos de urgencia, sin seguir expediente de contratación ni presupuesto de ninguna índole. Tampoco se ha podido localizar el “acta” de esa supuesta sesión del Consejo de Inalsa, ni la convocatoria de la misma.
Las sospechas de que no se hubiera celebrado ningún Consejo de Administración de Inalsa en el que se hubiese dado cuenta de la falsa renuncia de Cobo Plana, junto al hecho de que no existe ningún documento en el que constase esa supuesta renuncia y la localización del documento elaborado por Calatayud en el que se pretendía obtener la venia del magistrado, provocaron la citación del entonces letrado de Inalsa para aclarar las dudas sobre su cese.
La versión sostenida por San Ginés explicaba la contratación de Calatayud como “un hecho sobrevenido”, motivado por la renuncia del anterior abogado y la urgencia de no dejar indefensa a Inalsa. Sin embargo, todo en la investigación señala lo contrario. Se trataría, por tanto, de una estrategia perfectamente planeada y ejecutada de manera milimétrica que, a juicio de fuentes de la investigación, presuntamente requirió inventar una renuncia, falsificar el acta de un Consejo de Administración y nombrar a Calatayud.
Al margen de las posibles ilegalidades de esa actuación, el cambio de abogado supuso para Inalsa una grave lesión económica. No en vano, los costes del letrado de la entidad pasaron de los 200.000 euros pactados con Cobo Plana por la defensa de la entidad en todo el proceso concursal a los más de 1,4 millones de euros cobrados por Calatayud, a través de las costas de Inalsa en los incidentes concursales y de haber cobrado también todo el importe de la fase común, la cual ya había sido desarrollada por Cobo Plana.
Una cronología sorprendente
El registro de la vivienda de Juana Fernández de las Heras, esposa de Calatayud, permitió localizar en un ordenador un archivo denominado “VENIA DE COBO PLANA.doc”, fechado el 26 de octubre de 2009, nueve días después de la toma de posesión de San Ginés.
En esos días se produce el verdadero cese de Cobo Plana que dejó de girar los honorarios mensuales que había pactado con Inalsa, habiendo comprobado la investigación que la última factura emitida por dicho concepto lleva fecha de 10 de septiembre de 2009.
Esta situación, sin embargo, fue ocultada por San Ginés al Consejo de Administración de Inalsa y al propio Consorcio Insular del Agua, propietario único de la empresa pública, hasta el 18 de enero de 2010, fecha en la que supuestamente se celebró la sesión de constitución del órgano de administración.
Se trataría de una estrategia orientada a simular una falsa urgencia con el objetivo de contratar a Calatayud meses más tarde, sabiendo que San Ginés había cesado a Cobo Plana desde octubre del 2009.