El ex presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, ha conseguido retrasar de nuevo su juicio por la incautación de la desaladora de Montaña Roja, que debía comenzar este martes ante el Juzgado de lo Penal Número 3 de Arrecife.
Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, la defensa de San Ginés presentó el pasado viernes a las 14,45 horas un incidente de nulidad, que ha llevado a la jueza a dictar una providencia aplazando el inicio de la vista.
De momento, sí mantiene los siguientes días señalados, los próximos 24 y 25 de mayo y el 1 de junio, “a la espera de que la Sección Sexta de la Audiencia Provincial se pronuncie sobre la petición” de San Ginés. Fue esa sección quien desestimó el último recurso del ex presidente, contra la diligencia que fijó las fechas del juicio, y lo que ha hecho ahora es pedir la nulidad de esa resolución.
Cascada de recursos rechazados y condena por mala fe
Este juicio por la incautación de la desaladora de Montaña Roja ya se había iniciado en noviembre de 2020, después de la cascada de recursos que había presentado San Ginés y que fueron rechazados. Sin embargo, el segundo día de la vista, la defensa de San Ginés alegó que ese Juzgado no era el competente, sosteniendo que debía haberse remitido a la Audiencia Provincial, por las penas que se pedían para los acusados. Así consiguió que se suspendiera, después de haber declarado ya los tres acusados, con importantes contradicciones entre las declaraciones del ex presidente y del que era secretario de la Corporación, Francisco Perdomo.
Un mes después, la Audiencia tumbó ese argumento, devolviendo la causa a Juzgado y a la magistrada que había iniciado el juicio. Desde entonces, la defensa de San Ginés ha seguido presentando recursos para intentar evitar el banquillo, pero todos han sido rechazados. Y también se desestimó la recusación que presentó contra la jueza, poniendo en duda su imparcialidad para apartarla de la causa.
En su respuesta rechazando esa recusación, la Sección Primera de la Audiencia impuso además una multa de 1.000 euros a San Ginés, al considerar que actuó con “acreditada mala fe”, lanzando "desmedidas" e "injustificadas acusaciones" contra la magistrada. Además, señalaba que el objetivo de presentar ese escrito, que calificaba de “injustificado”, “infundado” y “dilatorio”, era “apartar del asunto a una jueza que le resulta incómoda”.
Ahora, Pedro San Ginés ha emprendido un nuevo intento, con este incidente de nulidad relacionado con la diligencia que fijó las fechas del juicio. Eso ha llevado a la jueza a retrasar el inicio de la vista, para que sea la Audiencia la que se pronuncie.