Los acusados de abusar sexualmente de dos amigas en Arrecife en diciembre de 2017 han reconocido besos y tocamientos aunque han afirmado que fueron "consentidos". "Todo fue con su consentimiento", han afirmado tanto Luis Alberto Varela como Abraham Hendrick García durante el juicio que ha arrancado este lunes y que continuará este martes con la declaración de las denunciantes y de los testigos.
"Nunca me dijo que no, todo era permisivo", ha asegurado Abraham, quien ha negado que llegara al acceso carnal con una de las chicas como sostiene la Fiscalía y la acusación particular. "Ella me metió la mano en el pantalón, me cogió de mis partes y yo hice lo mismo", ha asegurado el acusado, quien ha afirmado además que no era la primera vez que se besaba con la joven. No obstante, ha negado que la relación fuera más allá y que realizara ningún tocamiento a la otra amiga, a pesar de que también está acusado de haber abusado sexualmente de ella. "No, solo estuvimos bailando y con el tonteo", ha apuntado.
"Nos tocamos entre los dos", ha señalado por su parte Luis Alberto que, en su caso, ha afirmado que se "besó" y que tocó a una de las chicas "por la espalda" y "por dentro del body". "Pero nunca en sus partes íntimas", ha manifestado el acusado quien, posteriormente, ha reconocido que llegó a tocar a la joven por la zona del pecho. "Pero por fuera, por dentro no", ha precisado Luis Alberto, insistiendo en que ya se habían "enrollado en otras ocasiones" y que "en ningún momento pasó nada fuera de lo normal". "Todo fue permitido", ha asegurado.
"Todos bebimos por igual"
Ambos han coincidido en relatar en que, en la noche que presuntamente tuvieron lugar los hechos, fueron a buscar a las dos chicas a Playa Honda, con quienes mantenían una relación "de amistad". Tras ello, han apuntado que se dirigieron a la casa de ellos, donde estuvieron "comiendo y bebiendo alcohol". "Y comenzamos a bailar", han relatado los dos acusados, que han insistido en diversas ocasiones en apuntar que estaban bailando "bachata sensual" y otro tipo de bailes "muy pegados".
"Y todos bebimos por igual", ha indicado Luis Alberto que, a pesar de ello, ha afirmado que no sintió que en ningún momento las chicas estuvieran afectadas por el alcohol, negando además que les echaran algún tipo de sustancia en la bebida. "Yo las veía normal", ha apuntado el acusado, quien sin embargo sí ha relatado cómo, en un momento, una de las jóvenes fue al baño porque "se sintió mal": "Estaba mareada, pero antes estaba tranquila", ha indicado el acusado, negando que siguiera a la chica al baño.
"Nadie la acompañó", ha insistido Luis Alberto, quien no obstante sí ha afirmado que, cuando la joven salió del servicio, sí fue "a preguntarle si estaba bien". "Y me dijo que estaba mala y le dije que se acostara en mi cama", ha indicado el acusado, quien ha reconocido que se acostó en la cama con ella, pero asegurando que lo hizo porque la joven le dijo que "no la dejara sola". "Y no la toqué en ningún momento", ha asegurado el procesado, que ha negado también que su amigo Abraham fuera posteriormente a la habitación y abusara de la chica.
Además, si bien Luis Alberto ha reconocido que en aquel momento dejó a Abraham y a la otra joven solos en el salón de la vivienda, ha asegurado que sabía que su amigo "no" había tenido relaciones con ella. "Porque se hubiera escuchado algo", ha señalado.
Su relato de cómo las jóvenes abandonaron la vivienda
"¿Y cómo les veía si tenían los ojos vendados"?, ha preguntado la fiscal a Abraham, después de que éste también manifestara que había visto a su amigo Luis Alberto besarse con la otra chica. "Porque nos las quitábamos para coger chupitos", ha respondido este acusado que, por su parte, ha afirmado que a los pocos minutos de quedarse en el salón a solas con la otra chica, ésta recibió "una llamada de teléfono" y que él decidió irse a su habitación dejando a la joven sola.
Según su relato, al poco tiempo Luis Alberto acudió a su habitación porque escuchaba "hablar alto" a la chica por teléfono en el descansillo de la vivienda y que entonces ambos decidieron levantarse. "Y cuando llegamos había colgado y decía 'me voy de aquí'", ha señalado el acusado, apuntando que entonces la joven fue a la habitación donde estaba su amiga y la despertó "con un palmazo en la espalda". "Y yo me quedé blanco", ha precisado Abraham.
Entonces, según la declaración de los acusados, las dos amigas abandonaron la vivienda, tras lo que ellos decidieron ir detrás de ellas. "Porque si yo recojo a una persona, también la dejo en su casa", ha apuntado Abraham, asegurando que, a pesar de que las chicas parecían en ese momento "enfadadas" y que en un primer momento no quisieron subirse al coche, al final lo hicieron "por sí solas" y las llevaron hasta Playa Honda, tras lo que ellos han afirmado que regresaron a su casa.
Las razones por las que creen que les denunciaron
"¿Y por qué cree entonces que les denunciaron?", ha preguntado uno de los abogados de la defensa a Luis Alberto, quien ha respondido apuntando que, en el caso de una de las jóvenes, creía que lo había hecho "para llamar la atención" y "dar celos" a otro chico con el que había tenido una relación y que, según ha expuesto, esa noche habló con ella por teléfono. Y, en el caso de la otra chica, "porque siempre hace" lo que la otra "le dice", ha manifestado.
Además, el procesado ha expuesto de que, por dos testigos que está previsto declararen este martes, les llegó el "rumor" de que las chicas estaban diciendo que "les habían denunciando" porque les "querían sacar dinero".
Solicitud de penas de tres y once años de prisión
Hay que recordar que Fiscalía solicita una pena de prisión de tres años para Luis Alberto por un delito de abuso sexual no consentido, mientras que para Abraham solicita una condena de once años de cárcel al atribuirle dos delitos de abusos sexuales no consentidos, uno de ellos con acceso carnal.
Asimismo, el Ministerio Fiscal solicita que se les imponga a los acusados la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de las víctimas en cualquier lugar en el que se encuentren así como a sus domicilios, lugares de trabajo o cualquier otro frecuentados por ellas, en el caso de Luis Alberto durante tres años al estar acusado solo de un delito y en el caso de Abraham a seis años, tres por cada delito que se le imputa.
De igual forma, en caso de ser condenados, pide que se les imponga libertad vigilada tras el cumplimiento de las penas consistente "en la obligación de participar en programas de educación sexual, con una duración de dos años para Luis Alberto y de siete años para Abraham.