La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha juzgado este martes en Arrecife a cinco acusados de introducir y distribuir droga en Lanzarote.
Los hechos se remontan al 29 de julio de 2019, cuando la acusada Jessica Lorena fue detenida al llegar a la terminal uno del Aeropuerto de Lanzarote por portar 911 gramos de cocaína en una maleta. La acusada procedía de un vuelo de Madrid y llevaba un equipaje con doble fondo, según expusieron durante el juicio los agentes de la Guardia Civil que intervinieron en la operación.
Jessica Lorena fue detenida en una operación rutinaria de la Benemérica dentro de las aduanas del aeropuerto. A raíz de su detención, comenzó una operación policial para tratar de esclarecer quién facilitó a la acusada la droga en Madrid y qué iba a ocurrir con la sustancia estupefaciente una vez llegara a la isla. En su caso permaneció en prisión provisional desde el 30 de julio de 2019 hasta el 16 de noviembre de 2020.
Tras este arresto, el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de Las Palmas de la Guardia Civil interceptó el móvil de la detenida. El dispositivo electrónico, a pesar de ser utilizado por ella, era propiedad de Diego Fernando, otro de los acusados.
Tras la detención de Jessica, los agentes de la Guardia Civil señalaron que Diego Fernando presuntamente facilitaba la cocaína a la hermana de Jessica Lorena, que no aparece como acusada en la causa. De acuerdo con la investigación policial, después de pinchar el móvil de Diego, encontraron conversaciones donde se hablaba de "pollos" y del precio de la presunta droga.
La Fiscalía, en línea con la investigación policial, mantiene que Warrinton y Diego Fernando presuntamente idearon el traslado la droga que Jessica Lorena iba a traer a la isla.
La investigación policial defiende que Diego viajó con Jessica a Madrid, días antes de que fuera detenida en el viaje de vuelta a Lanzarote. Sin embargo, la defensa del acusado asegura que compartieron avión, pero no viajaron juntos.
La investigación policial situó en el centro de la trama a Warrinton, a quien la Guardia Civil localizó en el aeropuerto meses después con 5.000 euros en efectivo, ocultos entre la ropa. La Fiscalía lo sitúa como cabecilla de la operación. Sin embargo, durante el registro de su vivienda no localizaron droga, pero sí dos terminales móviles y dinero en efectivo y una prensa hidráulica.
Así pues, está investigación resolvió que Diego y Warrinton compartieron ubicaciones en el barrio madrileño de Usera. Además de que Addison llamaba a Warrinton con frecuencia.
Por su parte, sobre el acusado Nelson, la investigación policial concluyó que era el presunto encargado de distribuir la droga y mantenía conversaciones sobre el peso y calidad de la cocaína. Además, en su vivienda fueron localizados 25,56 gramos de cocaína junto a 0,9 gramos de otra sustancia, así como un móvil.
La Fiscalía acusa a los cinco de un delito contra la salud pública en modalidad de sustancia que causan un grave daño a la salud. Para Addison de Jesús, Nelson Raúl, Diego Fernando y Jessica Lorena solicita cinco años y seis meses de prisión e inhabilitación especial del derecho al sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y una multa de 107.707,104 euros. Mientras que para Warrinton solicita una pena de seis años de prisión e inhabilitación especial del derecho al sufragio pasivo.
