La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha aplazado el juicio por el que se iba a juzgar a un padre acusado de abusar sexualmente de su hija en Costa Teguise. La Sala de la que es titular Ricardo Moya ha tomado esta decisión después de que la defensa de J.R.G.N. apuntase que la madre de la víctima no podía continuar como acusación particular porque la joven, que tenía 15 años cuando se produjeron los hechos, ya había alcanzado la mayoría de edad.
A pesar de ello, la Fiscalía y la abogada de la madre de la víctima ha defendido que continuaron ejerciendo la defensa en nombre de la joven porque era menor cuando tuvieron lugar las situaciones de presuntos abusos sexuales. En ese momento, el juez titular atribuyó la situación a una "irregularidad procesal", ya que la Administración no preguntó a la menor si quería continuar con el proceso judicial, si quería mantener a la abogada defensora de su madre o al mismo procurador.
Por ese mismo motivo, la víctima acudió a la sala junto a un biombo que la separaba de su presunto abusador. En ese instante el juez le preguntó si quería continuar con la causa, mantener a la letrada y al procurador. Aunque su respuesta fue afirmativa, la Sala estimó que no había tiempo de mantener el proceso ese día y aplazó la vista a una nueva sesión cuando el procurador fuera notificado del cambio y lo aceptase.
Mientras que la defensa de J.R.G.N. pidió que se anulase el juicio por este motivo y porque no había podido acceder a los mensajes y llamadas del terminar móvil confiscado al presunto agresor, la Sala decidió seguir adelante con el proceso otro día. "No da lugar a la suspensión improcedente", se había posicionado ya la Fiscalía y la letrada de la acusación particular.
La Fiscalía pide para el acusado JRGN un total de ocho años y tres meses de prisión, una orden de alejamiento a más de 500 metros durante diez años y cursos de educación sexual por un delito continuado de abuso sexual a una menor de 16 años con el agravante de ser su padre.
El Ministerio Fiscal expuso que los hechos se remontan a antes del verano de 2018, cuando JRGN, siendo padre adoptivo de la menor la chantajeaba haciéndole tocamientos para permitirle salir con sus amigas. En otro episodio, un tiempo después, la adolescente le confesó que tenía miedo de estar embarazada de su novio y su padre le aseguró que "podría saber si se encontraba embarazada realizando una serie de tocamientos". En ese momento, la Fiscalía asegura que "animado por el deseo de satisfacer su apetito sexual y aprovechándose de la relación de familiaridad, le lamió los pechos y le tocó las partes genitales encima de la ropa".
Asimismo, entre septiembre y diciembre de 2019, el acusado habría tratado de besar a una amiga de su hija, de 17 años, en dos ocasiones. La primera en Famara y otra en una fiesta en Varadero, según la Fiscalía.
En cuanto al pago de la responsabilidad civil, la Fiscalía pide para el acusado indemnizar a la menor con 6.000 euros por daños morales causados y al representante legal de la amiga de la menor por 3.000 euros.
