El juicio por el homicidio de la joven Romina Celeste en Costa Teguise durante la Nochevieja de 2018 ha concluido este martes ante el Tribunal de Jurado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas. La causa, que estaba prevista que se dilatase durante dos semanas, finalmente solo ha tenido tres sesiones, después de que el acusado Raúl Díaz Cachón se declarase culpable de todos y cada uno de los delitos que se le imputaban.
A raíz de esta confesión, la Fiscalía ha modificado su escrito de acusación inicial. Con ello ha solicitado una reducción de las penas atendiendo a los atenuantes de reparación de daño y confesión.
El juicio queda ahora a la espera del veredicto del Tribunal de Jurado, que se conocerá a lo largo del día. Al finalizar esta última vista y aprovechando su derecho a decir la última palabra, el acusado decidió disculparse, algo que no hizo en la primera sesión en la que intervino y que las acusaciones particular y popular le han reprochado en sus últimos discursos. "Pido perdón, aunque no lo merezca, a su familia, a la mía y a toda la sociedad", concluyó Raúl Díaz.
"No estamos ante un arrepentimiento, ni ante una solicitud de perdón. Sigue escenificando, sigue siendo esto un teatro, sigue estando con esa frialdad con la que lo hemos tenido presente durante las tres sesiones", reprochaba minutos antes la acusación popular al homicida confeso.
El hecho de que Raúl Díaz Cachón haya admitido los delitos que le imputa la Fiscalía no ha sido sorpresivo. Ya había anunciado su intención desde finales del 2022.
El letrado que lo representa desde enero hasta la actualidad ha conseguido que reconozca el maltrato habitual contra Romina Celeste, las lesiones en el ámbito de la violencia de género, por el episodio de agresión en el Gran Hotel de Arrecife el 8 de agosto de 2018; lesiones en el ámbito de la violencia doméstica, tras el episodio de malos tratos en la vivienda familiar, entre el 28 y el 29 de diciembre, tres días antes de matarla; el delito de homicidio, tras acabar con su vida entre la Nochevieja de 2018 y el Año Nuevo de 2019; la profanación de cadáver, al quemarla y desmembrarla; y un delito de simulación de delito, al denunciar el 8 de enero de 2019 la desaparición de Romina Celeste cuando ya la había matado.
"Yo soy defensor de mi cliente y se da la paradoja de que yo he pedido su culpabilidad", explicó el abogado defensor de Raúl Díaz durante su intervención ante el Jurado. Además adelantó que la sentencia no se va a recurrir.
Raúl sigue sin contar lo que hizo con el cadáver de Romina
La dilación de la causa, que llevó a que Raul Díaz cumpliese en prisión provisional el tiempo máximo estipulado por la ley, el reconocimiento de los hechos y la reparación de daños servirán de atenuante a la hora de dictar una pena. "Si hay atenuantes, tenemos que aplicarlos, a pesar de que nos parezca un homicidio atroz", relató el Ministerio Fiscal durante su intervención al final del juicio.
Al mismo tiempo reveló que, en contra de criterios personales, el caso no se puede tachar como un asesinato, en el que hay alevosía o dolo, sino en un homicidio porque no se ha podido encontrar el cuerpo. "No es un asesinato machista es un homicidio machista", explicó el Ministerio Público. Los médicos forenses que reconstruyeron los hechos junto a Raúl Díaz contradicen su versión de cómo quemó el cuerpo, lo desmembró y lo tiró al mar y resaltaron que su explicación "es contraria a las leyes de la naturaleza".
La falta de garantías que expliquen cómo le dio muerte a su mujer y qué hizo realmente con su cuerpo ha entorpecido la investigación e impedido que se le pueda juzgar por asesinato, un delito que implica más años de prisión que el homicidio.
"Sabemos que realmente usó la barbacoa, eso seguro, y que acabó con su vida también porque apareció ese pulmón en la Playa de Las Cucharas". Sin embargo, las contradicciones en las que incurre Raúl Díaz al relatar los hechos ha impedido conocer cómo acabó con la vida de su mujer. Por este mismo motivo, la acusación popular, personificada por el Instituto Canario de Igualdad, ha cambiado la acusación de asesinato a homicidio tras la confesión de Raúl Díaz, aunque ha expresado su disconformidad.
Sobre la frivolidad de Raúl Díaz Cachón ha destacado que "durante dos años siguió realizando entrevistas", ante los medios de comunicación ya en prisión. "Pudo abrir la caja torácica con unas tijeras, pero que pudo usar otras armas, otros utensilios al extraer el pulmón. No sabemos qué ha pasado, dónde está el resto del cuerpo, está en su boca, en su memoria, en su frialdad. Arrepentimiento ninguno, ganas de acabar, sí. Defensas cuatro, cada una de ellas con una dirección. El último compañero es el que ha intentado acabar con este asunto. No tiene una manifestación de duelo, ni una manifestación de arrepentimiento", defendió la letrada del Instituto Canario de Igualdad.
Reducción de las penas
El autor confeso del homicidio de la joven paraguaya ingresó en la cuenta ofrecida por la Fiscalía, la mayor parte de los 300.000 euros solicitados por el Ministerio Público como forma de reparación del daño, una compensación civil por los delitos cometidos. Este dinero servirá de "compensación" económica para la madre y los hijos de la joven. También como atenuante de la pena que recaerá sobre Raúl Díaz.
"El único atenuante es que ha intentado reparar el daño con dinero. Ha creído que puede callar a la familia y a las víctimas sin dar la versión correcta de lo que pasó", defendió la acusación popular.
"Que estaba bajo los efectos de las drogas era un dato subjetivo, no había nadie ahí para verlo", insistió el abogado defensor. "Yo quería un dato objetivo real que sirviera de atenuante, la reparación del daño, que es lo único que él puede hacer porque no puede devolverla a la vida. Por lo menos que los hijos de Romina tengan asegurada su educación y su vida".
Tras la reducción expuesta en el nuevo escrito de acusación de la Fiscalía, las penas solicitadas quedarían en:
- Delito de maltrato habitual: pasa de tres años de prisión a un año, tres meses y un día, así como a la inhabilitación del sufragio pasivo, la privación del hecho de tenencia y porte de armas por cinco años.
- Delito de lesiones en el ámbito de la violencia de género (episodio del Gran Hotel): pasa de un año de prisión a seis meses y un día de cárcel, inhabilitación especial para el ejercicio del sufragio pasivo durante el tiempo de condena y privación y tenencia de armas por tres años.
- Delito de lesiones en el ámbito de de la violencia de género y doméstica (agresión del 28 de diciembre): se mantiene en nueve meses y un día de prisión, inhabilitación del sufragio pasivo por ese tiempo y privación de la tenencia de armas por tres años.
- Delito de homicidio: pasa de pedir 15 años de prisión e inhabilitación absoluta, así como diez años de de libertad vigilada tras cumplir la pena de cárcel a solicitar 12 años, seis meses y un día de prisión, la inhabilitación absoluta en el tiempo de la condena y diez años de libertad vigilada.
- Delito de profanación de cadaver: pasa de cinco meses a tres meses y la inhabilitación para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo la condena
- Delito de simulación de delito: la pena de multa pasa de nueve meses, con cuotas diarias de 12 euros, a seis meses con cuotas diarias de 12 euros, y en caso de impago.
Así como el pago de las costas del juicio.
La perspectiva de género
"Incluso ya fallecida actuaba con desprecio hacia ella, decía que ella estaba por ahí puteando", recordó el Ministerio Fiscal, la declaración ofrecida por Y., una amiga de Romina Celeste, que ha declarado como testigo en el juicio. La violencia machista continúa siendo una lacra social y "se sigue haciendo necesaria la perspectiva de género en la justicia", resaltó la abogada de la familia de la víctima.
"El componente de género es ineludible a este caso. El homicidio de la joven en Costa Teguise se convirtió en el primero del año 2019. Romina Celeste fue la primera víctima de la violencia machista del año 2019", apostilló.
"Él asume el protagonismo, es tan frío y calculador que intentó borrar en el buscador de Google cómo hacer desaparecer un teléfono. Planificó todo, alquilar un vehículo, quitar la ubicación de los teléfonos, siguió consumiendo prostitución, "como forma de seguir ejerciendo la violencia de género y la cosificación", resaltó durante su turno la acusación particular, encabezada por la abogada defensora de la familia de Romina, Emilia Zaballos.
Al mismo tiempo, ha aludido a las fallas del sistema por lo que no se pudo salvar la vida de Romina Celeste: "Que el sistema funcionó es algo que no podemos decir".
"Es verdad que Y., amiga de la víctima y testigo en el juicio, entregó los mensajes, pero yo lo de amigos lo pongo entre comillas", denunció la acusación particupar, encabezada por la abogada defensora de la familia. La víctima confesó a su amiga a través de mensaje que no era la primera vez que él le pegaba y que tenía miedo porque creía que la próxima vez no iba a poder contarlo.
Sobre la conciencia de los amigos de Romina, que eran conocedores de los episodios de agresión y violencia de género que sufría, la letrada de la familia relató que "no se han complicado la vida ayudándola cuando estaba viva y no se han complicado la vida para ayudarla estando muerta".
"Si los ciudadanos tenemos conocimiento de un comportamiento fuera de la ley, tenemos que ponerlo en conocimiento de la autoridad. Aunque solo fuera por ese compromiso debieron denunciar", relató Emilia Zaballos en su intervención final ante el Tribunal de Jurado.
"Estaba con la cara demacrada y con la cara decía ayúdame y siguieron sin denunciar", aludió la abogada al testimonio ofrecido por I., un amigo de ambos, y de las últimas personas que vieron con vida a la joven.
Ante negacionistas de la violencia de género, "hay que seguir trabajando", reveló la acusación particular.
"Tuvimos un enero muy triste en 2019, pero es que el diciembre de 2020 fue peor. Más mujeres muertas en manos de su pareja y menores víctimas que se quedan sin su madre", defendió la acusación popular, personificada por el Instituto Canario de Igualdad.
