Una estafa de 178.000 euros se salda con cuatro confesiones y con el principal acusado en busca y captura

​El juicio se iba a celebrar este miércoles en Arrecife, pero solo han acudido cuatro acusados y han alcanzado un acuerdo de conformidad, aceptando penas de entre seis meses y dos años de cárcel

I.L.

Periodista

15 de diciembre de 2021 (19:23 CET)
Actualizado el 16 de diciembre de 2021 (13:28 CET)
Juicio por estafa a varias entidades financieras en Lanzarote
Juicio por estafa a varias entidades financieras en Lanzarote

El principal acusado por una estafa de 178.000 euros cometida hace una década en Lanzarote se encuentra huido de la Justicia y en busca y captura, y este miércoles no ha comparecido al juicio que debía celebrarse ante la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas. Por su parte, los otros cuatro acusados que sí se han sentado en el banquillo -Nahyr Arrimada, Ubay Morales, José Alejandro Ramos y Juan Luis Reguera- han confesado los hechos tras alcanzar un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, por el que evitarán su ingreso en prisión.

Todos ellos han aceptado penas de entre seis meses y dos años de cárcel, además del pago de multas y la devolución del dinero que cada uno contribuyó a estafar a distintas entidades financieras. En cuanto al sexto acusado que había en la causa, falleció durante la instrucción, que estuvo parada durante más de cinco años.

“¿Conoce los hechos por los que se le acusa? ¿Son ciertos los hechos?”, ha ido preguntado el presidente de la Sección Sexta a cada uno de los procesados, que han confirmado solo con un “sí” tanto su confesión como la aceptación de las condenas, por lo que se pasará directamente a dictar una sentencia de conformidad, sin celebrar el juicio.

No obstante, sigue pendiente de juicio el principal acusado, Iván Rambla, y la Fiscalía ha subrayado que todos serán citados como testigos en caso de que sea localizado y pueda ser llevado ante la Justicia. Para él se pedía la mayor pena, de 10 años y medio de cárcel, ya que también estaba acusado de dos delitos contra la administración de justicia, por haber amenazado a otros dos acusados para que no confesaran ni lo delataran.

Los hechos ocurrieron entre abril y septiembre del año 2011, y para llevar a cabo la estafa realizaban distintas compras, la mayoría de vehículos, financiando el pago y utilizando nombres falsos, por lo que luego no abonaban las mensualidades. Y para ello, contaban con la complicidad de los trabajadores de dos concesionarios y de otra persona que les ayudaba a falsificar nóminas. Los tres se han sentado este martes en el banquillo y han confesado los hechos ante la Audiencia.

 

De seis acusados, solo cuatro han llegado al juicio

Según sostenía la Fiscalía, Iván Rambla era el líder de la trama y las compras las realizaba personalmente o a través de los otros dos acusados: su amiga Nahyr Arrimada y M.MD., que falleció durante la instrucción, por lo que tampoco ha podido ser juzgado. Para ella, la Fiscalía pedía inicialmente 5 años y medio de prisión, pero tras el acuerdo lo ha rebajado a 2 años, que son los que ha aceptado la acusada, y que permitirían la suspensión de la ejecución de la pena de cárcel.

Tanto la fiscal como el abogado de la procesada han subrayado que en su caso ya ha devuelto al menos parte del dinero a las entidades financieras. También ha aceptado el pago de una multa de 1.080 euros.

Por su parte, Ubay Morales y José Alejandro Ramos han aceptado la misma multa y un año de prisión, además de la devolución de forma solidaria del dinero que cada uno contribuyó a estafar, y que asciende a unos 29.000 y 15.000 euros, respectivamente. El primero era trabajador de un concesionario y el segundo entregó nóminas falsificadas de su empresa a los otros acusados, para que pudieran realizar las compras financiadas con nombres falsos.

En cuanto a Juan Luis Reguera, que trabajaba en otro de los concesionarios, ha aceptado 6 meses de prisión y una multa de 540 euros. En su caso, la Fiscalía ha rebajado el delito por el que lo acusaba inicialmente, eliminando el de falsedad documental y manteniendo solo el de estafa, en calidad de cómplice. Respecto a la devolución del dinero, a él se le reclaman unos 46.000 euros, aunque la fiscal ha subrayado que será solo responsable subsidiario, teniendo que responder de esa suma en primera instancia el líder de la trama, que es el que no ha podido ser juzgado y está en busca y captura.

 

Cinco años de instrucción y otros cinco con la causa parada

La instrucción de la causa se inició en 2011, después de que intentaran realizar la misma estafa en otro concesionario. “Ante las reticencias de la financiera, Iván Rambla ofreció al representante del concesionario la cantidad de 1.000 euros para que éste le ayudara a conseguir la operación con documentación falsificada, no accediendo éste a su propuesta y no llevándose a cabo la adquisición del vehículo”, señalaba la Fiscalía en su escrito de acusación.

Tras un procedimiento que duró cinco años, la instrucción finalizó en 2016. Sin embargo, desde mayo de ese año y hasta hace unos meses, cuando finalmente se fijó la fecha de juicio para este martes, la causa estuvo parada, mientras huía de la Justicia el principal acusado y fallecía otro de ellos.

Los arrestos se produjeron en octubre de 2011 y el principal acusado, según sostenía la Fiscalía, amenazó a otro procesado estando ambos en el cuartel de la Guardia Civil. “Sé quién eres, dónde vives y tu mujer”, le habría dicho. Además, después de quedar en libertad con cargos, envió varios mensajes al móvil de otro de los acusados, que también había declarado ya en sede judicial. “Tú mismo, pronto tendrás noticias”, “q valiente eres, veras cuando menos t lo esperes, la visita q vas a recibir, cagón”, “mañana es tu último día, y mejor q lo soluciones, x las buenas, si no luego va a ser el doble”, decía en esos mensajes.

 

Pagos a uno de los trabajadores del concesionario

En total, entre abril y septiembre de 2011 compraron con nombre falso siete coches y cuatro motos, un sofá de 4.000 euros y una televisión y menaje de hogar por importe de 2.544 euros en distintos establecimientos de la isla, financiando todas las adquisiciones. Después, a los pocos días los vendían, antes de que las entidades financieras pudieran inscribir su reserva de dominio, y se quedaban con el dinero en efectivo.

Además, en dos de los casos no llegó siquiera a completarse la compra e Iván Rambla se hizo con el dinero del préstamo con la complicidad del representante de uno de los concesionarios de motos, Ubay Morales. Éste, según ha confesado, entregó el dinero que la financiera le había dado al establecimiento, sin llegar luego a formalizar la adquisición, a cambio en una ocasión de 200 euros y en otra de 150 euros.

El juicio debía durar tres jornadas, con la declaración de numerosos peritos y testigos, pero finalmente no se ha llegado a celebrar la vista, al haber alcanzado un acuerdo los cuatro únicos acusados que se han sentado en el banquillo. Ahora, continuará la búsqueda de Iván Ramos, que diez años después de haberse iniciado la instrucción está en paradero desconocido.

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