La cancelación de una deuda de más de 63.000 euros permite a esta ciudadana de Lanzarote recuperar su estabilidad económica y comenzar de nuevo, libre de cargas. Mariela González recurrió a la Ley de Segunda Oportunidad, con el asesoramiento de la empresa especializada Canarias Sin Deuda, cuando ya no podía hacer frente a los pagos.
Mariela se encuentra actualmente desempleada, percibiendo una prestación mensual de 800 euros. Su camino hacia la insolvencia comenzó cuando observó la facilidad con la que su hija obtenía créditos y tarjetas bancarias. Viendo esto, decidió también solicitarlos, con la esperanza de mejorar su situación financiera.
Sin embargo, el problema creció rápidamente cuando se dio cuenta que su sueldo no era suficiente para hacer frente a sus nuevas obligaciones económicas. En un intento desesperado por mantenerse al día con los pagos, comenzó a solicitar nuevas tarjetas para cubrir las deudas anteriores, entrando así en un círculo vicioso que no supo detener a tiempo. Esta espiral se volvió insostenible, llevándola a una situación de crisis de la que no pudo escapar por sí misma.
“Yo no creía en esto. ¿Será verdad?”, se preguntaba Mariela antes de iniciar su proceso con Canarias Sin Deuda. Pero su hija la animaba diciéndole que estuviera tranquila porque “todo llega a su tiempo”. “Y sí que llega”, asegura. Gracias a la Ley de Segunda Oportunidad, Mariela puede afirmar que ahora vive “una gran felicidad”.
Por su parte, los asesores de Canarias Sin Deuda apuntan que “la colaboración de Mariela ha sido fundamental para lograr la cancelación. Su dedicación y esfuerzo han sido clave en este proceso, y sin su constante aplicación en la búsqueda de la documentación, no habríamos alcanzado este resultado tan satisfactorio”.
Además, señalan que “la Ley de Segunda Oportunidad es un mecanismo legal que, a medida que se conoce mejor su aplicación, está siendo utilizado por un mayor número de personas en nuestro país.”