La Audiencia absuelve al profesor de Teguise acusado de abusos, que se enfrenta ahora a otras dos denuncias

A raíz del juicio, dos alumnas más denunciaron haber sufrido abusos sexuales, y ya se han abierto diligencias en el Juzgado de Instrucción Número 4

13 de junio de 2022 (13:54 CET)
Actualizado el 14 de junio de 2022 (12:40 CET)
El profesor acusado de abusos sexuales, durante el juicio (FOTO José Luis Carrasco)
El profesor acusado de abusos sexuales, durante el juicio (FOTO José Luis Carrasco)

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha abuelto al profesor de Teguise que estaba acusado de un delito de abusos sexuales contra una alumna, aunque a raíz de este juicio se enfrenta a otras dos denuncias. De hecho, Wenceslao P. R. tiene dos diligencias abiertas en el Juzgado de Instrucción Número 4 de Arrecife por hechos similiares, y el magistrado baraja unir ambas en una sola causa.

Estas dos nuevas menores registraron su denuncia en el cuartel de la Guardia Civil tras ver el caso en la prensa. Después, los agentes dieron traslado al Juzgado, de quien depende ahora la instrucción.

En cuanto al primer juicio, celebrado el pasado 21 de abril, en la vista solo declararon tres alumnos citados por la defensa, que afirmaron no haber visto los abusos, y lo mismo señalaron otros profesores y la directora del centro. "Se plantean serias dudas a la Sala, acerca de la forma en que se produjeron los hechos y, en consecuencia, sobre la culpabilidad del acusado, que deben resolverse, necesariamente, a favor del mismo, en aplicación del principio in dubio pro reo", señala la sentencia de la Audiencia.

Durante ese juicio, el fiscal le preguntó al acusado si tenía otras denuncias por hechos similiares, y éste terminó confirmando que también se había enfrentado una en su anterior destino en Gran Canaria. “En Las Palmas quisieron jugármela bien jugada”, declaró, culpando a la vicedirectora de aquel centro, y asegurando que no llegó a ser condenado. Sin embargo, cuando le preguntó si no había tenido otras posteriores, se negó a responder. 

Ahora, desde el Tribunal Superior de Justicia de Canarias han confirmado a La Voz que hay hasta dos diligencias abiertas por hechos similiares. Y según confirman también desde la Guardia Civil, las denuncias ya estaban presentadas cuando se celebró este juicio. Concretamente, se registraron poco después de que el caso saliera por primera vez en la prensa, cuando se señaló la fecha para la vista (que inicialmente estaba prevista para el pasado mes de enero, y después se terminó suspendiendo y retrasando hasta abril).

 

"No se aprecia un móvil espurio en la declaración de la menor"

“Pese a la insistencia de la defensa, no se aprecia un móvil espurio en la declaración de la menor”, subraya también la sentencia, que recuerda que el acusado presentó a la niña como una alumna problemática y “disruptiva”, lo que tampoco fue confirmado por el resto de docentes.

“No entiende la Sala que la menor haya faltado a la verdad”, insiste la Audiencia, que considera que la niña, que tenía 10 años cuando denunció y 12 cuando se celebró el juicio, “relató sus vivencias a la Sala tal y como ella las recuerda y las vivió”. De hecho, las dos peritos que declararon en el juicio confirmaron que su testimonio era creíble.

Sin embargo, concluye que hay dudas sobre los hechos y, “fundamentalmente, sobre la naturaleza sexual” y el “ánimo libidinoso” de los mismos. En concreto, se centra en uno de los episodios relatados por la menor, que es el único que confirmó el acusado. Éste admitió que en una ocasión puso su pierna sobre la de la niña, pero aseguró que lo hizo como respuesta, porque ella había hecho antes lo mismo.

“El propio acusado ha reconocido métodos educativos que esta sala no comparte, como es colocar su pierna encima de una niña de diez años porque (según manifestaciones del encausado) ella lo hubiera hecho previamente”, señala la sentencia, que cuestiona esa actitud, pero considera que no prueba ese “ánimo libidinoso”.

Respecto a los otros dos episodios narrados por la niña, señala que “sí podrían entenderse como de carácter sexual”, pero señala que su testimonio fue “sumamente impreciso”. En uno, señaló que el profesor le mordió en una ocasión la oreja. En otro, aseguró que estando en clase, se sentó a su lado y puso la mano sobre su muslo, llegando a tocar sus “partes íntimas”. Al respecto, la Audiencia subraya que en el juicio primero solo se refirió al muslo, y que ese último detalle no lo dio hasta ser preguntada expresamente por el fiscal.

“Pese a haberse producido los hechos denunciados en presencia de toda la clase, no han sido propuestos como testigos otros menores que relataran la existencia de tocamientos o comportamientos tan llamativos como que el profesor sentara (a la denunciante) en sus piernas” o “abrazara y besara a las niñas”, añade la sentencia.

 

“Una dinámica particular de aprendizaje”

La Audiencia también recuerda que “el propio encausado habló de una dinámica particular de aprendizaje”, sin utilizar su mesa y pasando por los grupos de trabajo en los que dividía a los alumnos. Y reproduce el relato de algunos de sus compañeros, que lo describieron como “más cercano y cariñoso” que otros profesores.

No obstante, también tuvo que ser reprendido por la directora, por el vocabulario que utilizaba en clase, empleando palabrotas. “Pero no por cosas de índole sexual o comentarios al alumnado”, matiza a continuación la sentencia.

Sin embargo, además de las otras dos denuncias a las que se enfrenta ahora, también había tenido al menos y una queja ante la Inspección Educativa en 2018. A ella se hizo referencia también en el juicio, aunque el acusado aseguró que no le constaba.

Al respecto, la sentencia señala que esa queja que se incorporó a esta causa denunciaba el “comportamiento del encausado en relación a dos menores, refiriendo que les grita, les hace cosquillas, que algunas niñas se sientan encima del profesor o que les decía comentarios amenazantes o vejatorios a los alumnos, llegando incluso a propinar collejas a algunos de ellos”. Sin embargo, el fallo añade que “no consta cómo siguió el expediente administrativo” ni que se formulara después una denuncia penal.

Un año después, en 2019, sí llegó esa primera denuncia penal, que terminó siendo juzgada el pasado mes de abril y ahora ha terminado en absolución.

El profesor acusado de abusos sexuales, durante el juicio (FOTO José Luis Carrasco)
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