Nuevo maltrato animal en Canarias: encuentran una yegua en muy malas condiciones y otra muerta

La Guardia Civil investiga a dos personas como presuntas autoras de un delito contra los animales

1 de noviembre de 2024 (09:07 CET)
Actualizado el 1 de noviembre de 2024 (09:27 CET)
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La Guardia Civil de Gran Canaria ha investigado a dos personas el pasado 22 de octubre por la presunta autoría de un delito contra los animales, al localizar en unas cuarterías del Lomo de La Herradura del barrio de Tamaraceite un caballo cuya vida corría peligro, así como los restos de otro equino fallecido.

La investigación se inició a raíz de la aportación de una serie de datos por parte de la colaboración ciudadana, en la que participaban al SEPRONA de la Comandancia de Las Palmas la existencia de un caballo que se encontraba en mal estado y la posible muerte de un segundo en un cuarto situado próximo al barrio de Hoya Andrea del término municipal de Las Palmas de Gran Canaria.

Los agentes del SEPRONA se trasladaron hasta el lugar, donde se verificó el mal estado de un caballo y la posible muerte de otro. Al llegar, los agentes confirmaron la veracidad de los hechos y solicitaron la intervención de un técnico veterinario de la Dirección General de Ganadería del Gobierno de Canarias.

Durante la inspección, se encontró una yegua de color marrón en un estado de delgadez extrema, rodeada de excrementos, sin alimento y con solo un poco de agua sucia. En el transcurso de las gestiones para localizar a los propietarios, se observó a la yegua comiendo sus propios excrementos, generando una gran preocupación entre los agentes actuantes.
Los responsables del animal fueron contactados, y uno de ellos se presentó en el lugar, afirmando que una segunda yegua de pelo blanco había sido regalada a una persona desconocida. Además, alegaron que la yegua en mal estado estaba en recuperación de una enfermedad, aunque sin supervisión veterinaria.

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La falta de coherencia en las declaraciones de los responsables levantó sospechas a los agentes del SEPRONA, por lo que al insistir sobre la situación de la yegua desaparecida, se reveló que había muerto hace tiempo y que sus restos habían sido enterrados en un estercolero cercano. La Guardia Civil excavó en el lugar señalado donde encontraron huesos de gran tamaño y pelo blanco, que fueron identificados como compatibles con los de un equino adulto.

Ante la gravedad de la situación, se tomó la decisión de intervenir cautelarmente la yegua que aún estaba viva, asegurando que recibiera el tratamiento en una clínica veterinaria. Los informes veterinarios y la investigación posterior llevaron a la conclusión de que los propietarios y cuidadores de los caballos podrían haber incurrido en un delito contra los animales, realizándose las diligencias policiales correspondientes.

El vigente Código Penal, en su artículo 340 bis, establece penas de prisión de doce a veinticuatro meses, así como inhabilitación especial de dos a cuatro años para el ejercicio de profesiones relacionadas con los animales, para aquellos que causen a un animal doméstico lesión que requiera tratamiento veterinario para el restablecimiento de su salud. A su vez, cuando con ocasión de los hechos se cause la muerte del animal, las penas previstas se agravarán.

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