Un funcionario de prisiones de la cárcel de Tahíche resultó "herido grave" el pasado lunes 22 de abril por el ataque de un interno. Según ha denunciado el sindicato Tu abandono me puede matar (TAMPM), el interno clavó los dientes en uno de los brazos del trabajador más de 30 segundos, hasta que, sus compañeros lograron liberarlo.
Según el sindicato, "después de varios minutos de forcejeo el preso fue esposado y, manteniendo su estado de agitación y violencia, siguió amenazando de muerte a los allí presentes". Las amenazas llegaron a tal punto en que el interno mencionó aspectos personales y particulares de los funcionarios como los coches de los que disponen y en los que se trasladan diariamente (incluyendo color) y familiares; en este último caso amenazó abiertamente con asesinar al hijo de uno de los funcionarios presentes en la actuación.
"Momentos antes de la agresión, el interno, con la clara intención de forzar su salida al hospital, refiere haber ingerido varias cuchillas y pequeños objetos punzantes; por este motivo, pese a ser conocedores de la coacción a la que se ven sometidos un día más, es derivado a un hospital para realizarle las pruebas oportunas", ha apuntado el sindicato. Además, explican "debido a la demora en la realización de las mismas pide el alta voluntaria para regresar al penal donde protagoniza un ataque contra los funcionarios de servicio nocturno justo en el momento de tomarle la huella dactilar. Concretamente, el interno arrojó contra ellos el propio lector de huellas junto con otros elementos del mobiliario que encontraban a su alcance. Es precisamente cuando intentaron reducirlo cuando se lanzó a agredir al funcionario".
De baja médica durante al menos seis meses
El funcionario agredido fue tratado primeramente por los servicios sanitarios penitenciarios requiriendo ser derivado posteriormente al Hospital. Desde el sindicato explican que por la mordedura se encuentra de baja médica, "pero además se le ha abierto el Protocolo de Accidentes Biológicos, lo que supondrá para él y su familia una angustiosa espera que se alargará al menos 6 meses, hasta que la última de las pruebas descarte cualquier posible contagio de enfermedades como la hepatitis o el VIH que tan frecuentemente nos encontramos en este medio".
Desde el sindicato de trabajadores denuncian que esta agresión es gracias a las indolentes políticas de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias".
"Desde este sindicato, exclusivo de prisiones, queremos remarcar que dados los numerosos incidentes regimentales protagonizados por el interno, tanto con gran parte de la población reclusa como de funcionarios, se ha solicitado en repetidas ocasiones su traslado a otro centro penitenciario. Lejos de atender las demandas realizadas desde la dirección del penal, la SGIIPP y, por ende, el Sr. Ortiz (máximo dirigente de la misma) haciendo caso omiso a estas solicitudes, han creado una situación totalmente insostenible en la que, como a continuación se expresa, son los trabajadores públicos los que pagan de la peor manera posible la inacción a la que nos tienen sometidos nuestros dirigentes", manifiestan.
Por último, TAMPM considera que "este ataque se une a los que se comunicaban hace unos días en los centros penitenciarios del Salto del Negro y de Juan grande en Gran Canaria, lo que demuestra la escalada de agresiones hacia los funcionarios que se están produciendo en las cárceles españolas por lo que seguimos reclamando su condición de agentes de autoridad y considerada su labor como profesión de riesgo, entre otras reivindicaciones". También recuerdan "la carencia de medios tanto materiales como personales (en el área sanitaria y de vigilancia) que sufren las prisiones españolas y que facilitan este tipo de incidentes de gran gravedad".