El hombre que fue detenido por presuntamente agredir sexualmente a una menor en un bar de Tahíche tenía vetada la entrada en el establecimiento. Así lo ha confirmado a La Voz el dueño del comercio, que prefiere mantenerse en el anonimato.
De acuerdo con la versión del propietario del local, el hombre, un habitual del pueblo, le profirió insultos racistas. Además, varias menores se quejaban de cómo las miraba. A raíz de esa situación decidieron vetar su entrada.
Tras ese conflicto, la siguiente vez que ese hombre accedió a la cafetería fue el pasado jueves, con una navaja en mano. Siempre según la versión del trabajador.
En torno a las 21.00 horas del pasado jueves, los agentes de la Policía Local de Teguise respondieron a una llamada de aviso. Dos menores habían sido presuntamente agredidas sexualmente por un hombre adulto a la altura de la Sociedad de Tahíche.
Después de ser presuntamente amenazadas con una navaja y sufrir tocamientos sexuales, las menores corrieron hacia un bar cercano, que es frecuentado de forma habitual por los jóvenes del pueblo. Atemorizadas entraron en el aseo del local. "Una de las niñas tenía un ataque de ansiedad", ha asegurado a la Voz el dueño del comercio.
Antes de que el propietario descubriera lo que pasaba, el detenido trató de tocar a un bebé que estaba siendo amamantado por su madre en la puerta del local. En ese momento y tras pedirle que no tocara a la niña, el hombre mostró una navaja.
En ese momento, y tras conocer el testimonio de las menores, decidieron llamar a la Policía Local.
El tiempo en el que esperaron la llegada de los agentes, este comerciante se encaró contra el presunto agresor para que no abandonara la zona y pudiera ser detenido por la Policía Local. En ese intervalo de tiempo también llegaron los padres de las menores.