Ni a la Fiscalía, ni a la acusación particular, ni a los magistrados de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial, ni a su propio abogado. El acusado de abusar sexualmente de una niña en Teguise ha decidido guardar silencio durante el juicio y no responder a ninguna pregunta. "¿La formule quien la formule?", le ha preguntado el magistrado que presidía la sala, para dejar claro si tampoco iba a responder a su letrado.
"¡Hombre, conteste por lo menos esto!", le ha insistido el juez, al ver que el acusado seguía guardando silencio. "Correcto", se ha oído decir entonces a Gonzalo Martín Cabrera, que después no ha vuelto a decir una palabra. Ni siquiera en su defensa o para negar los graves hechos que se le imputan.
Martín está acusado de un delito continuado de abusos sexuales contra una niña, amiga de su hijo, que cuando ocurrieron los hechos tenía entre 7 y 10 años, según el relato de la menor. Durante el juicio, la niña ha declarado que sufrió distintos tocamientos por parte del acusado, que aprovechaba las visitas que su hermano y ella realizaban a su casa en Teguise.
La vivienda en realidad pertenecía a los abuelos (padres del acusado), y tanto la niña como su hermano han relatado que se quedaban con frecuencia a dormir ahí para estar con su amigo. Una de esas noches, según el testimonio de la menor, el acusado llegó a ponerse sobre ella en la cama, aunque no llegó a pasar nada. "Me marché con mi hermano", ha explicado la niña, tras contar que los tres niños y el acusado dormían en la misma habitación, donde "juntaban las camas".
Además, ha relatado otros episodios vividos en el coche, cuando el acusado llevaba a su hijo y a los dos hermanos a algún lado, o en distintas estancias de la casa, donde según la niña le "tocaba" en "el pecho y abajo" cada vez que se quedaban solos.
La madre del acusado, único testigo de la defensa
Durante la vista celebrada este martes, como testigo de la defensa sólo ha declarado la madre del acusado, que ha asegurado que la denunciante y su hermano sólo durmieron una vez en su casa, donde también vivían Gonzalo Martín y su hijo. "Se quedaron una noche porque sus padres no aparecieron. Estaban muertos de hambre y les tuve que dar hasta de cenar", ha declarado.
Además, ha asegurado que ella "siempre" estaba "pendiente de ellos", y ha agregado que la habitación donde dormían los niños y Gonzalo está conectada por una puerta con su propio dormitorio, y que esa puerta "siempre" estaba abierta.
"Si sólo se quedaron una vez a dormir, ¿por qué dice ‘siempre’?", le ha preguntado el fiscal, intentando subrayar la contradicción de su testimonio, que choca con el de los menores y con el de la madre de los niños, que aseguran que era frecuente que durmieran en esa casa.
Además, dado que en la instrucción declaró que nunca observó nada raro en la relación de su hijo con la niña, el fiscal le ha preguntado a la madre del acusado si tampoco "le pareció raro que los niños dejaran de ir" a su casa, a lo que la mujer ha respondido que "nunca dejaron de ir". Respecto a la presencia de niños en su vivienda, ha afirmado que es algo habitual. "Mi casa siempre está llena de niños, que entran y salen", ha afirmado.
Por su parte, durante los interrogatorios de los distintos testigos, el abogado del acusado ha hecho hincapié en que la madre del acusado siempre estaba en la casa, y también ha insistido en preguntar por la relación entre los padres de la denunciante, y en si estaban separados cuando ocurrieron los hechos.
Aunque el juicio ha comenzado este martes, no concluirá hasta mediados de abril, cuando se fijará una nueva fecha para continuar la vista, ya que ha quedado pendiente la declaración de algunos peritos. En su escrito de acusación, la Fiscalía pide para el acusado seis años de prisión por un delito continuado de abusos sexuales.