El suceso que se vivió [en el aeropuerto de Guacimeta en junio de 2007->12431], y que afortunadamente terminó sin consecuencias trágicas, se originó por una cadena de fallos "similar" a la que causó un año después la tragedia de Barajas, según ha señalado la agencia de Estados Unidos de Seguridad Aérea (NTSB). Así lo recoge este miércoles el diario El País, que sostiene que el avión que estuvo a punto de perder el control en Lanzarote, un MD-83 contratado por Air Comet con 140 pasajeros, despegó sin flaps y no sonó la alarma por un fallo eléctrico (como en Madrid). Los pilotos lograron levantar el vuelo por milímetros.
La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) española abrió en su momento una investigación, pero más de dos años después, aún no ha emitido un informe oficial, pese a que la norma internacional recomienda elaborarlos en un máximo de un año. Tampoco se basó en este suceso para dar alertas o indicaciones a pilotos y compañías aéreas para reaccionar ante este tipo de circunstancias. De hecho, y a diferencia de la agencia americana, la CIAIAC ni siquiera cita el caso de Lanzarote como uno de los precedentes del siniestro de Barajas.
Sin embargo, la agencia de Estados Unidos de Seguridad Aérea sostiene que "la CIAIAC está también investigando un incidente similar al del accidente de Spanair. El 5 de junio de 2007, un Boeing MD-83 de matrícula OE-LMM, de la compañía Mapjet como chárter, realizó un despegue sin extender los flaps en el aeropuerto de Lanzarote. Según las cajas negras y declaraciones de los pilotos, el despegue se realizó sin la configuración adecuada de despegue y no sonó el sistema de aviso de mala configuración de despegue".
El diario El País, que reveló las similitudes entre ambos casos el pasado mes de octubre, agrega que "el entonces jefe de los pilotos de Mapjet, el estadounidense James W. Hudspeth, viajó a Madrid el 24 de enero de 2008 e informó a la CIAIAC de lo que había fallado en su avión. La agencia de Washington conoce lo ocurrido en los dos sucesos y tiene acceso a la investigación oficial, ya que el fabricante de los aviones (Mc Donnell Douglas, luego adquirida por Boeing) es una empresa estadounidense. Tanto le interesó el caso que la Agencia de Aviación de EE UU (FAA) realizó en Long Beach (California) una simulación sobre el caso de Canarias. En 1987, un Boeing MD-82 se había estrellado en Detroit por las mismas causas y murieron 154 personas".
Pese a el origen común de ambos sucesos, según el diario El País, "hubo diferencias que probablemente explican que el de Lanzarote se salvara. El MD-83 es más potente que el MD-82, iba menos cargado, tenía el viento de cara y estaba al nivel del mar (lo contrario que el de Barajas). Estos factores permitieron a la tripulación levantar el vuelo pese a que pasaron muy cerca de un concesionario de coches. Además, en el de Barajas, antes de aplicar máxima potencia el copiloto cortó durante un segundo el motor derecho al preguntar si fallaba esa turbina, según se desprende del informe de la CIAIAC. La aeronave cayó hacia ese lado y fallecieron 154 personas".