El conejero Juan Ramos Rosales, de profesión bombero, apasionado de su tierra y de experimentar aventuras diferentes se propuso unir las ocho Islas Canarias de una manera diferente. Tras 20 días en vespa, lo mejor del viaje ha sido la hospitalidad canaria y la belleza de nuestras ocho islas.
Juan Ramos Rosales ha expresado las sensaciones vividas durante el viaje. "He pasado frío, calor, he acabado empapado por culpa de la lluvia y he sufrido la dureza del viento en la carretera, pero volvería a repetir el viaje mil veces más". La esencia de las plazas de los pueblos, las gasolineras o donde parase a comer se convirtieron en lugares de charla y anécdotas.
La aventura de Choleando Canarias en Vespa surgió tras la restauración completa de la moto entre él y un amigo. En 2018, tras ser los primeros conejeros en realizar juntos la X edición de la carrera solidaria 'Panda Raid' a través de Marruecos, se propuso que algún día uniría nuestras ocho Islas Canarias de una manera diferente, con la vespa.
Choleando Canarias en Vespa nace de la búsqueda de experiencias, de autoconocimiento y fortaleza, y sobre todo, del cariño a nuestra tierra canaria y la idea de recorrer de forma ininterrumpida todo el archipiélago. Siempre he sido consciente del maravilloso lugar donde vivimos, y aunque conocía todas las islas, quería visitarlas de manera diferente y más cercana.
El medio de transporte ideal para este viaje a sido la moto, una vespa con 41 años de antigüedad, una Piaggio modelo Vespa 150 CL, del año 1983, una moto sencilla, que no es
rápida y que ha demostrado ser fiable, por lo que le ha permitido interactuar con las personas de una forma cercana y bonita, disfrutar de nuestros bellos paisajes, de la idiosincrasia de cada isla, nuestra gastronomía y cultura, y disfrutar de cada kilómetro canario recorrido.
El viaje
El norte de Tenerife comenzó el viaje el día 6 de mayo en Tegueste, pasando por la Esperanza para llegar a Los Cristianos acompañado de un amigo en su BMW clásica a cruzar el Parque
Nacional del Teide disfrutando de su grandeza y todo su entorno. El recorrido por El Hierro fue en solitario durante tres días, realizando 311 kilómetros y enamorándose más de la isla si cabe.
En La Gomera le acompañaron familia y amigos durante el recorrido por la isla que fue exigente por el relieve, el viento y los cambios de temperatura, pero sus vecinos, paisajes y
gastronomía hicieron que le supiera a poco la estancia y los 302 kilómetros. En la isla bonita de La Palma, se desplazaron tres amigos desde Lanzarote para acompañarle en moto. En Santa Cruz de La Palma se le partió el cable del acelerador. Con la ayuda de los amigos pudieron cambiarlo y seguir el viaje, completando 432 km de vivencias, sol y lluvia.
En Tenerife fue un viaje increíble en solitario y 646 km, donde disfrutó del deporte en la costa norte, romerías, folklore, gastronomía y amigos de la zona, parte del viaje estuvo pasado por
agua y fue algo duro, pero valió la pena ver la belleza y grandeza de la isla, además de poder observar la regeneración que tiene la zona devastada por los incendios que se produjeron durante el pasado verano.
Desde Tenerife rumbo a Gran Canaria para realizar 470 kilómetros en una isla que cautiva y sorprende, disfrutando cada rincón, toda la isla le dejó grandes experiencias, pero un momento especial fue llegar al monumento natural de la isla, El Roque Nublo. Fue extraordinario.
El viaje por Fuerteventura comenzó recorriendo el sur de la isla pasando por las zonas más rurales, evitando las carreteras principales, el viaje fue extremadamente duro debido al fuerte viento durante todo el recorrido y al cansancio acumulado por los días y los km, cada parada en los bonitos rincones de la isla y la invitación de amigos a compartir el viaje, hicieron que el camino hacia Lanzarote fuera increíble.
Después de 270 kilómetros por tierras majoreras, rumbo a la isla de Lanzarote penúltima isla en la que pararía en mil sitios antes de acabar el viaje. Durante 252 kilómetros pudo disfrutar de familia y amigos, de La Geria, los Centros de Arte Cultura y Turismo, de Femés, Tinajo, Famara, Los Valles y muchas paradas antes de ir dirección la octava isla. La Graciosa no iba a ser menos y decidió ir con la vespa de una manera diferente, intentando tener un pequeño gesto para una isla tan grande y dar por finalizada la aventura Choleando Canarias en Vespa.
Anécdotas
1. En todas las islas, varias personas de diferentes edades que me vieron en la moto, con las banderas, el saco y el bolso, me preguntaban en qué consistía el viaje y si me podían ver en la Televisión Canaria.
2. En la Palma se me partió el cable del acelerador y gracias a los amigos que vinieron a acompañarme pudimos conseguir uno y cambiarlo.
3. En Agaete me paró un Policía Local curioso de a donde me dirigía con el saco y el bolso. Tras explicarle mi destino y el viaje, me repitió varias veces que disfrutara, que le parecía muy bonito, pero que tuviera mucha precaución en la carretera. Fue muy agradable y atento.
4. En varias islas me invitaron a visitar las fiestas del pueblo o que participara en la romería.
5. En la única isla que me quedé sin gasolina fue en Lanzarote, porque me relajé.
6. En Lanzarote, Paco Curbelo y Rufina Santana me invitaron a que pasara por su estudio en San Bartolomé y explicarles mi pequeña aventura.
7. Los bomberos de Tenerife tuvieron el detalle de invitarme a pasar por sus instalaciones y revisar la moto.
8. Al llegar a Corralejo y avistar Lanzarote al fondo, sentí un sentimiento de felicidad y satisfacción por todo el camino recorrido y por la cercanía de mi isla.
Agradecimientos
Juan Ramos Rosales agradece a su familia y los amigos de todas las islas, el apoyo y cariño constante que ha recibido. Sin ellos esta gran aventura no hubiera sido tan enriquecedora, agradable y bonita, a Néstor Melián y la empresa Blank Publicidad por su colaboración y a Cabrera Medina por ceder los mapas de todas las islas. "Me he sentido querido, arropado y acompañado" durante el recorrido por las 8 islas.