El Valle de Punilla, un espacio que antes era símbolo de vida y biodiversidad, ha sido arrasado por uno de los incendios más destructivos de las últimas tres décadas. En cuestión de días, más de 40.000 hectáreas de monte nativo se transformaron en cenizas, dejando atrás un paisaje de desolación. Los vecinos, que han sido testigos de esta tragedia ecológica, se enfrentan a una realidad alarmante: lo que antes era hogar para innumerables especies ahora es un testimonio de un ecocidio que no puede ser ignorado. Así lo arrancado una vecina de Yaiza que ha lanzado una campaña de crowdfunding para recaudar 5.000 euros y ayudar a salvar el ecosistema de este espacio.
"A pesar de la adversidad, los habitantes del valle se unieron en una lucha incansable para proteger lo que pudieran", ha asegurado en una nota de prensa. Así pues, "en medio de la falta de recursos y apoyo externo, brigadistas voluntarios y vecinos autoconvocados se movilizaron para defender sus hogares. A pesar de sus esfuerzos heroicos, la mayoría de la vegetación ha desaparecido y muchas familias se ven ahora en la difícil tarea de evaluar la magnitud de las pérdidas. Mientras algunos lograron salvar sus casas, otros se encontraron al borde de la ruina, con el fuego alcanzando sus puertas".
"Con el paso del peligro inmediato, la comunidad enfrenta una nueva batalla: alimentar a los animales que han sobrevivido a la catástrofe. La pérdida de pasto ha dejado a las familias locales, que dependen de sus animales para subsistir, en una situación dramática. Sin la alimentación adecuada, sus vacas, cabras y cerdos están en riesgo de enfermarse y debilitarse. Al mismo tiempo, la fauna salvaje, que también se vio afectada, busca refugio y alimento en un entorno que ya no les ofrece sustento natural", ha añadido.
Asimismo, "las familias se han convertido en un faro de esperanza para los animales salvajes, ya que su campo se ha transformado en un refugio temporario donde los animales llegan a buscar agua y comida. Sin embargo, este oasis es insuficiente. La comunidad ha estimado la necesidad urgente de adquirir alfalfa y maíz para alimentar tanto a los animales domésticos como a los salvajes, calculando alrededor de 700 fardos de alfalfa y 1.000 kg de maíz, con un coste total de aproximadamente 5.000 euros".
Para concluir, ha resaltado que "la situación en el Valle de Punilla es crítica, pero la solidaridad y el apoyo de quienes deseen contribuir pueden marcar la diferencia. A través de su cuenta de Instagram @eliafibla, los vecinos están comprometidos a documentar cada compra y entrega de alimento, garantizando transparencia en el uso de los fondos. Con ayuda externa, pueden construir un futuro esperanzador para los animales y ayudar a las familias a recobrar lo perdido en este momento de crisis, demostrando que la unión y la empatía pueden ser poderosas herramientas para enfrentar la adversidad".