Trata de repartir desfibriladores por Lanzarote tras perder a su marido por una parada cardiaca

El pasado 18 de marzo de 2025, Patricia Hodges, residente en Tinajo, perdió a su marido mientras repartía pedidos en Puerto del Carmen

9 de abril de 2025 (07:56 WEST)
El fallecido tras sufrir una parada cardiaca en Puerto del Carmen.
El fallecido tras sufrir una parada cardiaca en Puerto del Carmen.

El pasado 18 de marzo de 2025, Patricia Hodges, residente en Tinajo, perdió a su marido tras sufrir una parada cardiaca en Lanzarote. Él estaba repartiendo pedidos en Puerto del Carmen, como uno de los dueños, junto a su mujer, de una empresa que suministra productos higiénicos y de limpieza a los bares y restaurantes de la isla, cuando se le paró el corazón.

Según ha narrado Hodges a La Voz, una pareja de turistas que estaba tomando algo en el bar trató de reanimarle sin éxito. "Si hubiésemos tenido acceso a un desfibrilador y a adrenalina antes, este pobre hombre quizás estaría vivo", relató uno de los hombres que trató de salvarle la vida y que le realizó una reanimación cardiopulmonar durante 45 minutos, hasta que asegura llegó la policía y luego la primera ambulancia. Además, señaló la importancia de que todo el mundo supiera hacer una reanimación y que los desfibriladores estuvieran disponibles para que la población pudiera acceder a ellos.   

A raíz de sufrir esta pérdida, esta vecina, ha comenzado una campaña a través de la red de micromecenazgo Go Found Me para tratar de captar fondos para hacer llegar desfibriladores a más rincones de Lanzarote, sobre todo, a aquellos locales que no pueden permitírselo. 

"Estoy recaudando fondos para suministrar desfibriladores y formación en RCP, asfixia y uso de desfibriladores a bares y restaurantes dentro de las zonas turísticas de la isla", aseguró durante una entrevista con La Voz. Su idea es empezar por las zonas turísticas porque "tienen mucha más gente", que otros espacios de la isla. Mientras tanto, ha destacado que en Tinajo, el municipio en el que reside, "existe la mayor disponibilidad de desfibriladores" que ha visto en la isla. 

Las formaciones, que asegura cuestan 100 euros por personas, estarían dirigidas para trabajadores de los locales de restauración de los espacios, mientras que los desfibriladores cuestan en torno a 1.795 euros. "Algunos negocios pueden comprarlos, pero muchos otros no pueden pagarlos", continúa. Por el momento, la campaña ha conseguido recaudar más de 160 donativos y superar los 4.500 euros, para un objetivo de 5.500.  

Asimismo, Patricia Hodges defiende que "desafortunadamente muchas vidas de residentes y turistas se han perdido en la isla por no tener acceso a desfibriladores y porque nadie sabía cómo usarlos ", concluye.

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