Ana Suárez y Tharais Armas trabajan a través de la 'Asociación Derecho y Justicia’ en la prisión de Tahíche devolviendo la sonrisa a los presos que se encuentran recluidos en el centro penitenciario. Súarez imparte un taller de risoterapia para "mejorar el nivel emocional" de los reclusos, explica en una reciente entrevista en Radio Lanzarote-Onda Cero.
Una terapia “pionera en España” que tiene como objetivo impulsar la “actitud positiva, resiliencia y autoestima” de las personas. Una forma original de hacer que los presos “lleven la estancia de la mejor forma posible”. Además de darles “herramientas para afrontar los problemas y llevar una vida mejor”, tanto dentro de la cárcel como de cara al futuro que les espera fuera de ella.
“Les hacemos ver que poseen la capacidad de tener un pensamiento positivo y buenas actitudes”, afirma Suárez. A través de los juegos que conforman el taller, los presos "se van soltando y trabajan la concentración que les hace centrarse en la actividad”, añade.
Un taller que ha tenido una respuesta favorable para ellos, “se sienten más seguros de sí mismos y risueños, duermen mejor y se expresan mejor con sus compañeros, hasta el punto de empezar a tratar con algunos que antes no trataban", apunta Suárez sobre la efectividad del proyecto. “Un centro penitenciario y la risoterapia parecen polos opuestos, pero se ven resultados”, reconoce.
Una iniciativa fundamental para la "reinserción" de los reclusos, ya que les proporciona “herramientas para que salgan mejor de la cárcel, siendo un bien para todos, para ellos y la sociedad”, remarca Armas, la coordinadora de los proyectos en la asociación. “La base fundamental es la reinserción y rehabilitación de los presos”, el objetivo claro del taller y de la asociación, revela.
“El objetivo es proporcionar herramientas para que salgan mejor de la cárcel, siendo un bien para todos, para ellos y la sociedad”
Desde la Asociación 'Derecho y Justicia’ destacan que los presos “tienen el mismo derecho a disfrutar de estos talleres que las personas que están fuera”, un importante matiz por el que han decidido crear el taller de risoterapia.
Un proyecto subvencionado por el Cabildo de Lanzarote, desde el Área de Bienestar Social e Inclusión, que "lleva tres meses" impartiéndose, con "la idea es llegar a unos 150 internos", puntualiza Armas. "Al mes y medio ya hemos empezado a ver la evolución", aclara Suárez. El éxito es notable ya que “en septiembre empiezan otros seis grupos de quince internos”, adelantan.
Además, impulsan a los lanzaroteños ha apuntarse a los talleres, “no hace falta entrar en un centro penitenciario para hacer el taller y empezar a reírse”, anima Armas.
