El Rallye Isla de Los Volcanes vuelve a tener fecha, tras su cancelación el pasado mes de abril, y ante esta nueva convocatoria también han regresado las críticas de grupos y asociaciones ecologistas. “La celebración del rally es un grave acto de irresponsabilidad”, advierte Alberto Ucero, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales y miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
También la Asociación Medioambiental Viento del Noreste (Desert Watch Lanzarote), que fue una de las que se opuso a su celebración hace siete meses, ha vuelto ahora a lanzar “un llamamiento a las administraciones insular y autonómica, para que tengan en cuenta las graves consecuencias que puede acarrear para las aves esteparias que habitan en El Jable” la próxima celebración de este rally, prevista para los tres primeros días de diciembre.
Ucero recuerda que el Cabildo terminó suspendiendo la última convocatoria, tras los informes desfavorables de la Consejería de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias, que señalaban que esta prueba deportiva “afectaba negativamente de forma muy significativa a distintas especies protegidas de la zona y a su hábitat”.
“Sin embargo, siete meses después parece que dicho evento tendrá lugar los días 1, 2 y 3 de diciembre de 2022, sin apenas modificaciones en los tramos inicialmente previstos”, cuestiona el investigador, que forma parte del Grupo del Proyecto Hubara del CSIC.
“Desde nuestra experiencia, queremos insistir en que algunos tramos del rallye atraviesan zonas importantes para la Avutarda Hubara Canaria en la isla, según se desprende de nuestros datos de seguimiento de la población de hubaras iniciada en 2016”, advierte, señalando que “la celebración del rallye supondría incumplir distintas normativas de protección de varias especies y sus hábitats”.
En concreto, recuerda que la hubara se encuentra recogida como especie en peligro de extinción en el Catálogo Español de Especies Amenazadas y, por tanto, “debe ser objeto de medidas especiales que aseguren su conservación y la de su hábitat”.
“Coincide con la época reproductiva” de la hubara
Ucero añade que “las autoridades del Cabildo de Lanzarote y del Gobierno autonómico deberían ser conscientes del impacto negativo que tendría la celebración del rally en diciembre, ya que coincide con la época reproductiva de la especie, una vez iniciado el cortejo de los machos de hubara y la nidificación de las hembras”.
Al respecto, desde la Asociación Viento del Noreste explican que “la llegada inesperada de lluvias en este otoño ha provocado que se adelante el cortejo nupcial de la hubara avutarda, por lo que se calcula que esta especie y otras como el corredor sahariano o el alcaraván estarán en nidificación y cría de pollos en el mes de diciembre, fecha en la que está programada la celebración del rally”.
“De todos es sabido que este tipo de acontecimientos deportivos atraen a numerosos espectadores que ocupan con sus propios vehículos zonas cercanas al trazado de la carrera automovilística. Son precisamente esas zonas las que las aves eligen para hacer sus bailes nupciales y posteriormente nidificar y alimentar a sus polluelos”, explica la asociación.
Además, Viento del Noroeste cuestiona que “sigue a la espera de que tanto el Cabildo de Lanzarote como al Gobierno de Canarias contesten a la petición de información sobre el trazado de la carrera y los informes medioambientales que avalen su celebración”, tras haberse cancelado en abril, en medio de una polémica que terminó meses después con la destitución de la que era consejera de Medio Ambiente del Cabildo, Elena Solís.
Reclaman al menos “medidas que minimicen el impacto”
“Consideramos imprescindible que las administraciones sean más sensibles con la protección y mejora de la biodiversidad y las alteraciones que el cambio climático puede acarrear en las épocas de nidificación y cría de pollos, especialmente en una zona tan sensible como es el Jable. Cabe destacar que todas las especies de aves esteparias que habitan en El Jable están amenazadas y en riesgo de desaparición”, insiste Viento del Noroeste.
Por eso, solicita “a las administraciones competentes que eviten en lo posible la celebración de pruebas deportivas de este tipo en espacios naturales protegidos o, en su defecto, impongan a los organizadores medidas que minimicen el impacto, creando tramos sin público, gestionando debidamente las zonas de concentración de asistentes, y facilitando el transporte público hasta dichas zonas para evitar aglomeraciones de coches”.
Al respecto, recuerda que “las principales amenazas que sufre El Jable son el tránsito de vehículos como quads, motos y bicicletas fuera de las pistas –algunos haciendo un ruido ensordecedor que estresa a las aves o las aleja de sus nidos-, perros sueltos, fragmentación del territorio por la extracción de áridos, y otras”.
Vigilancia "casi nula" en El Jable
“Todo esto es posible porque la vigilancia en El Jable es casi nula y prueba de ello es el escenario que pudimos contemplar a finales de octubre, con numerosos cazadores con perros, gente paseando con perros sueltos, circulación de motos a todo gas y para remate un helicóptero turístico volando a poca altura”, cuestiona.
También Alberto Ucero hace hincapié en que “la salida de vehículos y personas fuera de caminos y pistas, la emisión de ruidos, el abandono de residuos y la alteración de las poblaciones de artrópodos y reptiles que forman parte de la dieta de estas aves, contribuyen a la degradación de su hábitat”, y subraya que “las especies de fauna afectadas son muy sensibles a las molestias de origen humano”, por lo que “la celebración del rally supondría la alteración de sus áreas de campeo, alimentación y cría, originando un impacto muy negativo sobre el hábitat”.
En su opinión, “este tipo de eventos no deberían celebrarse en hábitats con especies protegidas, especialmente en una isla designada como Reserva de la Biosfera y Geoparque Mundial de la Unesco”, por lo que recomienda, desde el Grupo de Investigación del Proyecto Hubara del CSIC, que “no se autorice el desarrollo de pruebas automovilísticas de este tipo en aquellas zonas que constituyen el hábitat de la hubara canaria y se busquen alternativas compatibles con la conservación de la biodiversidad”.