Una vecina de Lanzarote, Alexa Nicastro, ha lanzado una recogida de firmas a través de la plataforma change.org para abordar el problema de la falta de alquiler residencial en la isla.
"Los problemas fundamentales son dos: la escasa oferta de inmuebles y una gran subida en los últimos tres años del precio de los alquileres", critica Nicastro. "Ya el problema no es sólo que por el alquiler de una vivienda de una habitación te pidan más de la mitad del salario mínimo, dos meses de fianza y gastos de agencia, sino que a eso se le añade la proliferación de viviendas vacacionales", añade.
Por este motivo, la vecina que ha iniciado la recogida de firmas señala que "las subvenciones a los inquilinos previstas en el Plan de Vivienda 2020/2025 no solucionará ni a corto, ni medio ni largo plazo los problemas actuales. Hay empleados, familias, profesores, médicos, etc. con un empleo buscando vivienda en esta isla desesperadamente para tener un techo dónde vivir, por no hablar de la inexistencia de Parque de Viviendas Públicas desde hace 27 años.
A todo lo anterior, hay que añadir la grave crisis por la que atravesamos, que tiene como resultado empleos precarios, pérdida de empleo, etc., que está abocando a muchas familias a no irse de la casa al finalizar los contratos de alquiler porque no hay viviendas disponibles, y las pocas que hay, están a un precio inalcanzable".
Nicastro hace referencia al artículo 47 de la Constitución Española para reivindicar el acceso a una vivienda. "Todos los españoles tenemos derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo, de acuerdo con el interés general, para impedir la especulación. La Comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos “, explica.
"Todo esto es un drama social a lo que hay que encontrar una salida viable, de no ser así, es más que probable que termine en un estallido social, que no es bueno para nadie", concluye Nicastro.
