El Punto de Encuentro Familiar de Lanzarote niega que víctimas y maltratadores deban verse en el espacio

Así, aseguran que "garantizan en todo momento la seguridad de las personas usuarias, evitando cualquier tipo de contacto visual o interacción entre las partes"

25 de marzo de 2025 (12:04 WET)
Actualizado el 25 de marzo de 2025 (15:06 WET)
Punto de Encuentro Familiar de Lanzarote
Punto de Encuentro Familiar de Lanzarote

La Asociación Canaria para la Intervención y Mediación Familiar, Educativa y Psicosocial +Familia, entidad responsable del Punto de Encuentro Familiar de Lanzarote, ha respondido a una información publicada por La Voz en la que una madre víctima de violencia machista denunciaba que el espacio no es adecuado para su hija con autismo

Durante una entrevista con La Voz, la madre denunció que las visitas semanales de su hija de tres años con su padre, condenado por amenazarla de muerte, generan estrés y pesadillas a la menor, que desde este espacio "no están actuando de manera apropiada" y que "no es un sitio para una niña con esas dificultades". Tras esta entrevista, La Voz trató de obtener la versión de los responsables del espacio, no logrando  respuesta hasta días después, cuando se trasladó a esta redacción un escrito negando las acusaciones. 

Desde la dirección de este espacio, un recurso especializado que busca facilitar a los menores "en un programa individualizado" la relación con sus progenitores en situaciones de conflicto, niegan que se permita el contacto entre una víctima de violencia de género y su agresor. "Es rotundamente falso", aseveran. Asimismo, añaden que "la víctima cuenta con una persona profesional de referencia en el PEF, a quien puede expresar libremente cualquier temor, miedo, desconfianza o sugerencia de mejora".

Así, aseguran que "garantizan en todo momento la seguridad de las personas usuarias, evitando cualquier tipo de contacto visual o interacción entre las partes" y que "se asignan profesionales distintos para la atención de cada una de las partes" con un protocolo que "impide cualquier vulnerabilidad para la víctima o para la menor implicada". 

En este punto, asegura que es "totalmente falso" que la víctima de violencia machista deba verse "cada viernes con su agresor en este espacio", sino que existe "un protocolo estricto que se lo impide". Desde el punto de encuentro, defienden que "en todo momento se ha garantizado la seguridad y el bienestar de la menor, cumpliendo estrictamente con los protocolos establecidos".

Según narró la víctima a La Voz, desde junio de 2024, su maltratador tiene una orden de alejamiento que le prohíbe acercarse a menos de 300 metros de ella y también comunicarse, al menos, hasta junio de 2026, dos años después del fallo judicial. Sin embargo, deben verse cada viernes en este espacio. A la espera de que se resuelva también la custodia de la menor, la expareja tiene unas medidas provisionales para realizar las visitas en este punto de encuentro. "Estamos barajando si él psicológicamente está preparado para tener a la niña, porque he sufrido violencia psicológica durante más de cuatro años" y "amenazas constantes hacia la niña, diciéndome que el día que le tocaba a ella iba a desaparecer", señaló la madre en una entrevista publicada hace 15 días.

Por otro lado, el punto de encuentro añade que "en situaciones excepcionales y siempre con el consentimiento expreso de la madre, se adoptaron medidas específicas debido a la dificultad de que la menor permaneciera en el recurso, considerando su edad y su condición de Trastorno del espectro autista". En estas circunstancias, defienden que "fue la propia madre quién manifestó su deseo de no separarse de la menor" y que "en contadas ocasiones" se permitió el acceso de la madre a "un espacio diferenciado" dentro del punto de encuentro familiar, "donde pudo acompañarla hasta que se sintiera cómoda". 

Finalmente, la dirección de este recurso insiste en que, "en todo momento, el padre permanece en una sala cerrada, bajo la supervisión del equipo técnico, sin posibilidad alguna de contacto visual en dichos momentos excepcionales en que la madre ha podido estar con la menor para calmarla". Además, inciden en que "nunca se ha producido un contacto visual ni interacción entre las partes ni en esos casos excepcionales". 

Las manos de Iria Puente.
Una víctima de violencia de género denuncia que el punto de encuentro no es adecuado para su hija con autismo
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