La paciente acusada de agredir físicamente a dos guardias de seguridad del hospital Doctor José Molina Orosa niega que haya atacado a nadie: "Todo es mentira, fue al revés". La mujer afirma que ha denunciado a uno de los dos agentes por el incidente ocurrido durante la madrugada del pasado 2 de marzo en las Urgencias del centro. Mientras, de acuerdo con la versión de los agentes, la mujer agredió presuntamente a uno de ellos, mientras ella sostiene que fue al contrario.
Eran las cuatro de la mañana cuando una persona que decía sufrir neuralgia del trigémino acudió a la unidad de Urgencias del hospital solicitando un analgésico, el mismo que le habían dispensado el día anterior. De acuerdo con la versión de la paciente recogida por la policía, el personal sanitario le ofreció una medicación diferente porque "no era conveniente" pautar la misma dos días seguidos. La mujer no conforme pidió ver a un responsable del hospital.
A raíz de la negativa de los sanitarios, mostró presuntamente una actitud violenta contra el personal. La mujer confiesa que pegó un puñetazo a una pared en un momento de nervisismo. Fue entonces cuando intervino el personal de seguridad del centro.
La paciente justifica su actitud violenta con el mobiliario del centro y su nerviosismo por los fuertes dolores causados por su patología, que la han llevado en varias ocasiones a plantearse incluso acabar con su vida.
En ese momento, de acuerdo con su declaración, el vigilante presuntamente pasó por detrás de ella, la agarró por la espalda y la introdujo en un pequeño cuarto. El testimonio de los trabajadores del centro revela que la mujer habría presuntamente abofeteado y mordido a uno de esos guardias, a quien también habría insultado con descalificativos racistas.
La paciente insiste que, en ese mismo habitáculo, el mismo guardia de seguridad la inmovilizó y la agarró por el cuello. La mujer afirma a La Voz de Lanzarote que ella no abofeteó, tiró las gafas ni mordió a nadie. "Eso es mentira, me metió en un cuarto, me asfixió y me pegó", insiste. Solo señala la actitud de uno de los guardias, el hombre, mientras niega que la mujer segurita le haya agredido.
Tras lo ocurrido, la policía se desplazó hasta el centro.
Según el parte de lesiones presentado por la mujer, tras lo ocurrido tenía arañazos, contracturas y una herida punzante, así como rojeces en los dorsos de las manos, ansiedad y temor. En relación con este suceso, la pauta médica fue la de curar las heridas superficiales del dorso de las manos con betadine y un seguimiento en el centro sanitario correspondiente. Este parte fue adjuntado a una denuncia presentada esa misma mañana ante la Policía Nacional.
También el agente de seguridad del hospital presentó un parte de lesiones tras lo ocurrido. Por su parte, el propio hospital José Molina Orosa y los dos guardias de seguridad denunciaron a la paciente.
De las acusaciones de agresión, la paciente solo reconoce haber llamado "negro" al guardia de seguridad, "en un momento de tensión". "Todo debe salir en las grabaciones", alude a las cámaras de seguridad del centro.