Tras su ordenamiento como sacerdote el pasado sábado 9 de septiembre en la Catedral de Las Palmas de Gran Canaria, el joven arrecifeño, Alejandro Carmona concedió una entrevista el pasado martes a Radio Lanzarote-Onda Cero para hablar de su vocación cristiana, su primer contacto con Dios y sus próximas citas como nuevo sacerdote.
Una vocación profesional que "viene de mi familia", asegura. "Siempre lo he vivido desde pequeño", ya que mis padres desde "siempre han sido creyentes", comenta. "Aunque según me cuentan, se hicieron practicantes a raíz de una depresión que tuvo mi madre", confiesa.
Aunque en un principio, este sacerdote eligió otro rumbo para su futuro. "De adolescente era un poco rebelde y el tema de la iglesia me aburría", reconoce. Cuando acabé el bachiller, "mi plan era ser profesor de francés y me fui a estudiar filología francesa a Salamanca", recuerda.
Pero pronto cambió su forma de pensar, todo por un viaje que hizo a Madrid para participar en un encuentro de la Carismática Católica en 2014. "Me invitaron a un encuentro de jóvenes, en el que descubrí a un Dios que te ama profundamente y no te juzga", relata.
"Descubrí a un Dios que te ama profundamente y no te juzga"
Fue el momento en el que "Dios tocó mi corazón", desvela. Significó "mi particular encuentro con Jesucristo", hasta el punto de "salir de ahí flotando, muy alegre, como si estuviera tocando el cielo", añade el sacerdote.
Además, en los momentos de oración descubrí que entre los 400 y 500 jóvenes que éramos, "Dios tocaba el corazón de algunos que estaban sufriendo malas experiencias familiares, de amistades, con los estudios, etc", recuerda.
En el trayecto de vuelta a Salamanca, "tuvimos un accidente de coche, en el que una de mis acompañantes murió", relata. En ese momento, "perdí el conocimiento y desperté tendido en la carretera", cuenta Carmona.
Cuando se despertó del accidente, "solamente tuve una cicatriz en la cabeza", revela. Una experiencia que le hizo "entrar en el seminario y sacarse la carrera de Teología", confirma. Todos los días "me levantaba y me repetía: quiero ser sacerdote", añade con orgullo.
Años más tarde, "tenía claro que quería hacer la diócesis en Gran Canaria", el ahora sacerdote deseaba "estar en Canarias, su tierra".
Su estreno en Lanzarote
Con una agenda amplía, este sacerdote estará en San Ginés el próximo sábado 16 de septiembre con su primera misa, adelanta. Además, el próximo lunes oficiará otra misa en Titerroy, que tendrá lugar a las "ocho de la tarde", a la que anima a los oyentes a acudir.
También el martes 19 de septiembre a las 19.00 horas en Mancha Blanca, "le daremos las gracias a nuestra patrona de Los Dolores en otra misa", adelanta como parte de su agenda.
Confiesa que se encuentra "muy feliz", un sentimiento que notan hasta sus hermanos. "Me dicen: bueno, si te hace feliz, para delante". Además, tanto se aprecia que para "mis padres soy el más feliz de mis tres hermanos", revela.
Con respecto a su gente cercana, como a sus amigos, comentan que "les causa mucha curiosidad", asegura. Aunque "ya se imaginaban algo, siempre que quedábamos yo decía: quedamos, pero primero me voy a misa", nos deja ver.
"Disfrutar de todo lo que el señor te regala cada día", es lo que le impulsa a seguir su vocación, y además, tener la certeza de que "le entrego mi vida a los demás", apunta.
"Disfrutar de todo lo que el señor te regala cada día y entregar mi vida a los demás"
Cabe destacar que este sacerdote recientemente remarca de una manera divertida, que ha llegado de la "luna de miel de mi casamiento con Dios". También quiere dar un consejo a los jóvenes que desean dedicarse a Dios: "Si algún joven nos está escuchando, y siente esa cosilla, que se ponga a la escucha de la voz de Dios", concluye.
