La niebla sorprendía en la noche de este pasado miércoles a los conejeros encapotando el cielo de la isla. Tal llegó a ser la densidad que obligó a desviar a otras islas durante una hora, entre las 21.00 y las 22.00 horas, todos los vuelos programados para aterrizar en Lanzarote.
El reloj pasaba de las 21.08 horas de la noche cuando comenzó a alcanzar las calles de la isla. Desde las pistas del aeródromo César Manrique hasta las canchas de fútbol o las autovías.
Tras dos días de un calor poco frecuente para el mes de enero, la niebla devolvió el termómetro por debajo de los 18 grados. Por lo que algunos de los que pudieron disfrutar de este fenómeno metereológico no dudaron en fotografiarlo.