El humorista Manolo Vieira ha fallecido la noche de este miércoles a los 73 años, el mismo día que había sido declarado Hijo Predilecto de Gran Canaria por el Cabildo de la isla, según ha confirmado su representante.
Toda una referencia para varias generaciones en Canarias, Vieira había anunciado el cierre de su legendario club de humor en Las Palmas de Gran Canaria, el Chistera, y estaba inmerso en su gira de despedida de los escenarios, "La última y nos vamos", que había tenido que suspender la semana pasada por problemas de salud.
"Nos es muy doloroso comunicar que nuestro artista y humorista canario, Manolo Vieira, ha fallecido en la noche de hoy, miércoles. En las próximas horas daremos detalles. Muchas gracias a todos por el cariño mostrado", indica un mensaje difundido por su representante.
Como solía contar él mismo, Manuel Domingo Vieira Montesdeoca se introdujo en el mundo del espectáculo en 1985, cuando abandonó el trabajo que desempeñaba por las mañanas para dedicarse a ejercer como humorista por las noches, aunque por entonces en el mismo bar donde atendía al público como camarero.
Al año siguiente, abrió su propia sala y su carrera da un salto tras llegar al Florida Park de Madrid, donde estuvo 18 meses consecutivos en cartel.
Ya en 1988 fundó su legendaria sala "Chistera", que echaba ahora el cierre, después de 35 años de actividad, y comenzó a vivir a caballo entre Las Palmas de Gran Canaria y Madrid.
Diez años más tarde, triunfó en varias salas de Miami (EEUU) y en 1999 Luis del Olmo lo incorporó al programa "Protagonistas", lo que aceleró su proyección en España, lo impulsó a colaborar con varias televisiones y, poco a poco, fue convirtiendo sus espectáculos de Navidad en una referencia imprescindible en su Canarias natal.
Galardonado con la medalla de oro de Canarias en el año 2002, Manolo Vieira había sido nombrado este mismo miércoles Hijo Predilecto de Gran Canaria, junto con el escritor Alexis Ravelo y la artista Jane Millares, ambos recientemente fallecidos, y el catedrático Rafael Robaina.
Hasta que se vio obligado a suspender hace unas semanas una actuaciones en Lanzarote, Vieira tenía programadas cuatro funciones de su espectáculo de despedida en el Teatro Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria, una de sus salas "fetiche", del 13 al 16 de abril.
Perfil del humorista
Daba igual en qué isla actuara que siempre agotaba aforo, porque su público se sentía identificado con esas historias pequeñas que relataba y que el conseguía convertir en verdaderos episodios de comedia.
Se decía que su humor "solo lo entendemos los canarios" y aunque algo de razón tiene esta afirmación, Manolo Vieira también lograba adaptar ese guión a su público y a los tiempos y así fueron creciendo sus personajes más conocidos.
Sus anécdotas de esa guagua hasta los topes subiendo la avenida de Escaleritas, el carro de supermercado que chirría o el coche que se pierde en un aparcamiento de una gran superficie eran historias comunes pero identificables totalmente por el público que no paraba de reír en todos sus espectáculos.
Carmelito y Maruquita, Cuco, Fela y Chanín eran alguno de sus personajes y aunque algunos de ellos estuvieron siempre con él, los fue adaptando. Aún así mantenían su esencia.
Vieira siempre defendió que conocer el pasado era la mejor manera de conocer el futuro.