El mítico bar Tin-Tan de Arrecife cierra sus puertas tras 57 años de servicio

Su propietario, Juan José Gutiérrez, se jubila y ha decidido traspasar el negocio en el que, según cuenta a 'La Voz', "ya hay varios interesados"

21 de diciembre de 2024 (09:17 CET)
Juan José Gutiérrez, propietario del bar Tin-Tan. Foto: Juan Mateos
Juan José Gutiérrez, propietario del bar Tin-Tan. Foto: Juan Mateos

El bar Tin-Tan es de esos lugares que ha dejado huella en Lanzarote y, concretamente, en Arrecife. Las primera palabras que vienen a la mente cuando se piensa en él son 'hogar' y 'casero', y tras 57 años abierto, ofreciendo un servicio cercano y platos típicos de la gastronomía canaria, el Tin-Tan cierra sus puertas porque su propietario, Juan José Gutiérrez, se jubila.

Sin embargo, Gutiérrez no quiere que el Tin-Tan muera, por lo que traspasará el negocio a otro empresario que decida tomar sus riendas aunque afirma "no tener prisa porque las prisas son malas consejeras".

Según desvela el hostelero a La Voz, "hay varias personas interesadas pero ahora quiero coger las vacaciones para relajarme y ya luego analizaré lo que voy a hacer". Ahora, con sabor agridulce, el lanzaroteño deja el intenso trabajo diario del bar y dará paso a un merecido descanso junto a su familia. 

A lo largo de estas casi seis décadas, todo aquel que haya pasado por el Tin-Tan ha podido disfrutar de platos tradicionales de comida casera como tollos y pollo en salsa, garbanzas, ensaladilla, calamares compuestos, sancocho canario, carne de cochino o atún en adobo. Todo ello acompañado siempre del trato amable de Juan José que llevaba a los clientes a repetir su visita.

Clientes en el bar Tin-Tan
Clientes en el bar Tin-Tan. Foto: Juan Mateos

 

Un éxito a base de trabajo y dedicación

El padre de Juan José fue quien levantó el bar pero ha sido él mismo quien lo ha mantenido y ha trabajado para que siguiera abierto. "El Tin-Tan me ha dado todo lo que tengo pero a base de mucho trabajo porque mucha gente me ha dicho que 'mi padre me dejó el negocio', pero si no lo atiendes y no cuido a mis clientes no lo tendría", asegura.

El origen del nombre del Tin-Tan es algo que quizás muchos se hayan preguntado de dónde proviene. En este sentido, Gutiérrez declara que posiblemente viniera de "la forma de pagar antiguamente que se decía 'aquí hay que pagar al tintan' pero investigando descubrí que Tin tan era también un cómico mexicano".

Juan José aprendió desde pequeño este oficio, lo que le llevó a dar con la tecla exacta para llevar con éxito un negocio, en este caso, un bar-cafetería. "Yo venía de la escuela y me metía en el bar, yo lo llevaba en la sangre, me gustaba desde niño", dice.

Sin embargo, en el camino del éxito también hay obstáculos que sortear. "Las crisis económicas las he superado a base de mucho trabajo, cuidar a los clientes y hacer de tripas, corazón para no subir los precios y mantenerlos. También hacer todo despacio pero con buena letra", indica el propietario. 

En el Tin-Tan se han reunido personajes y políticos de la esfera lanzaroteña aunque Gutiérrez prefiere guardarse sus nombres porque, según dice, "ser camarero es como ser un sacerdote, debe oír, ver y callar porque si estas paredes pudieran hablar...".

Este bar le deja una infinidad de recuerdos y de buenos momentos a Juan José aunque "también algunos malos como algunas peleas" pero destaca que "casi siempre han sido bonitos".

El propietario asegura tener "sentimientos encontrados" por el cierre, porque son muchos años dedicados a él. Ahora, cuenta entre risas que "lo primero que hará al llegar a casa será quitar todos los despertadores". Su tiempo libre a partir de ahora lo dedicará, según cuenta, a "disfrutar de su mujer, sus nietos y viajar".

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