La falta de medios fijos para acoger a migrantes en la isla de Lanzarote y el aumento de las llegadas en los primeros días del año ha obligado a 120 personas a dormir en el muelle de Arrecife. Entre ellos, once mujeres y quince menores, algunos acompañados por sus familias y otros que viajaban solos.
El Ministerio del Interior es el encargado de la tutela, a través de la Policía Nacional, de las personas que arriban a la isla en embarcaciones precarias durante sus primeras 72 horas en territorio español. Luego, son trasladadas a recursos temporales y enviadas a otras islas.
Mientras tanto, los menores migrantes no acompañados deben ser puestos a cargo de la comunidad autónoma, que debe repartirlos en sus centros disponibles.
La isla de Lanzarote no cuenta con un recurso fijo en el que alojar a las personas migrantes en situación de primera acogida, solo el Centro de Atención Temporal de Extranjeros, un recurso temporal que se instaló junto a la comisaría de la Policía Nacional de Arrecife, y donde los supervivientes de la ruta migratoria más mortal del mundo pasan el proceso de filiación policial en carpas.
El Defensor del Pueblo y la Fiscalía canaria ya ha alertado al Ministerio del Interior de la "provisionalidad endémica" de este recurso, con capacidad máxima para 300 plazas e insisten en que "no reúne las condiciones necesarias".
A ello se suma que el Ministerio Fiscal ya ha advertido al Gobierno canario que no puede alojar a los menores migrantes no acompañados en el muelle ni usar las carpas como hogar.
La fiscal de Extranjería de Canarias, Teseida García, resaltó que "solo podría aceptar que esa situación se produjera en un momento puntual", pero no es la primera vez que menores migrantes duermen en estas condiciones.