Los bomberos de Lanzarote no han parado de trabajar para ayudar a apagar el incendio en Tenerife desde que se desplazaron a la isla. A día de hoy siguen con las labores de extinción y colaboración.
El pasado miércoles 16 de agosto los bomberos de "forma voluntaria" pusieron rumbo a Tenerife, cuenta José Domingo Crespo, Jefe del servicio de Bomberos de Lanzarote a La Voz. Comenzaron por la tarde con la primera actuación que "estuvo enfocada a la protección de la zona urbana", relata.
"La primera intervención fue para intentar cubrir una carretera del municipio de la Esperanza", añade. Para lograr que el incendio "no pasase a la zona norte", asegura. Una actuación "sin éxito" ya que "no hubo manera de contenerlo", recoge.
Después por la noche, como ya adelantamos, fueron desplazados hasta el pueblo de Las Rosas, en el municipio de El Rosario, para ofrecer protección en las viviendas, lo que se llama "jornada preventiva", afirma. Al día siguiente, el pasado jueves 17 de agosto siguieron en la misma zona, en la que se "consiguió evitar que las llamas no bajaran", añade Crespo.
Tras estás labores, el viernes 18 de agosto, "nos enviaron a unos edificios pertenecientes al Cabildo de Tenerife para colaborar con Bomberos Forestales y de Tenerife", relata el jefe de bomberos. "Trabajamos tarde y noche", ya que "el fuego estaba ya llegando a la zona", asevera.
A partir del viernes, "ya tuvimos que ir a descansar", cuenta. Desde el miércoles, "llevábamos dos noches sin dormir", relata sobre la jornada. Entonces, "se hizo el primer relevo, mandaron a otros bomberos de Lanzarote y nosotros regresamos a la isla", puntualiza.
"Llevábamos dos noches sin dormir con jornadas intensas, largas y bastante duras"
Una vez realizado el relevo, los compañeros "empezaron a cubrir las zonas de la Orotava, Victoria y Esperanza", cuenta Crespo. Para "dar cobertura a las casas que se encuentran dentro de la zona forestal", añade. Hay que destacar que "se salvaron varias viviendas en esas zonas", adelanta.
El pasado lunes 21 de agosto volvieron a realizar un nuevo relevo. "Se aprovecha para hacer un nuevo relevo para la zona norte", confirma. "Están yendo a refrescar los lugares que los medios aéreos se encargan de extinguir, concretamente, las vías de acceso para evitar las retenciones", añade.
Para conocer un poco más su labor en el incendio, nos comenta más en profundidad su tarea. "Trabajamos mayormente por la noche cuando los medios aéreos no trabajan". En cuanto al número de personal destinado a la ayuda, "hemos sido catorce bomberos los desplazados desde Lanzarote a Tenerife desde el miércoles hasta el lunes", añade. Además, "divididos en grupos de cinco para poder coordinarnos".
"Es bastante duro intentar evitar que se propague y no conseguirlo"
Nos cuenta su experiencia en el incendio y las sensaciones con las que el equipo vuelve a Lanzarote. "Es bastante duro intentar evitar que se propague y no conseguirlo", reconoce. "Desolador" es el adjetivo que utiliza para describir el contacto con las familias afectadas, "ver a la gente mal cuando las llamas acechan sus casas y no poder garantizarles que el fuego no vaya a llegar", apunta.
Lo que más les duele es "no poder llegar a donde nos gustaría", ya que "el incendio no para por un lado o por otro", confiesa. Además, "las jornadas son intensas, largas y bastante duras", revela sobre el día a día en el terreno. A pesar de la difícil experiencia, el jefe nos traslada que "hay mucha voluntad y predisposición de ir a ayudar allí", por parte de los compañeros, "de momento hay muchos que quieren colaborar", adelanta.
También proporciona información sobre el estado en el que se encontraba estos días atrás el incendio. "Nos llega que la zona donde comenzó el incendio esta controlada", asegura. Aunque menos afortunados están siendo en la zona norte, "en la que sigue descontrolado y más cuando las temperaturas suben cada día", afirma.
"Han pasado de once municipios afectados a doce", confirma. "Sigue avanzando sin control, no ha mejorado", concluye.