El fotógrafo madrileño José Luis Carrasco, que comenzó a trabajar hace 45 años en Lanzarote, pone fin a su trayectoria en la isla. A sus 66 años, recoge su objetivo y dice adiós a la profesión que más alegrías le ha dado en la vida: la fotografía. Ahora llega su jubilación, momento que le va a permitir descansar y seguir disfrutando de su vida personal.
Ser fotógrafo no vino de casualidad. De jovencito, con 18 años, se dedicaba a estudiar sobre fotografía en su casa de la capital. Entre libros, acercándose al estudio y al laboratorio fotográfico, logró aprender sobre la que iba a ser su carrera más tarde, aunque en aquel momento, él no lo sabía. "Me mudé a Lanzarote con 21 años y me dieron la oportunidad de poner en práctica los conocimientos que ya había adquirido", subraya.
Llegó a la isla para dedicarse a la hostelería, pero su rumbo cambió gracias a una propuesta para trabajar en un medio de comunicación local el año 87. "Empecé en la revista semanal 'Pronósticos', en la sección de Deportes", ha revelado durante una entrevista en La Voz. Una publicación que acabó después de cinco semanas, con la que se estrenó como profesional y que le condujo a entrar en la plantilla del periódico. "Estuve ocho años allí, fue una etapa espectacular y hacía lo que me gustaba", ha recordado durante el encuentro con el periódico.
Amante del periodismo deportivo, pero requerido para tocar todos los palos. "Lo que más me gustaba era el deporte, pero tuve que hacer de todo", reconoce de su etapa en el periódico, medio en el que estuvo hasta las elecciones del 1995, en el que también cubría eventos de vela, partidos de balonmano, Lucha Canaria, etc.
Poco después comenzó su oportunidad en Canarias 7, un medio en el que lleva 29 años y con el que más se ha desarrollado como periodista fotográfico. Se hizo autónomo y así empezó su inmersión cubriendo todo tipo de informaciones. "Estaba disponible para tratar todo lo que pasara en la isla", ha recordado. Además, no es el único medio de comunicación en el que ha colaborado, puede presumir de una amplía trayectoria en 'Agencia EFE', 'La Voz de Lanzarote' y otros medios destacados en la isla.
Algunos sucesos han supuesto tener para él que presenciar casos que le han marcado. "Cubrir episodios de niños desaparecidos y aparecidos muertos, chicas jóvenes desaparecidas, los cuerpos encontrados en el vertedero de Argana Alta y accidentes te van curtiendo, pero siempre es muy desagradable", ha explicado. Una de las noticias que más le impactó fue el fallecimiento de una familia en un accidente de coche en la circunvalación de Arrecife.
La llegada de pateras a Lanzarote, un tema que ha tenido que tratar cada vez más frecuentemente, le entristece profundamente. "Me preocupa cuando tengo que ir a hacer fotos a inmigrantes en la costa, también el fallecimiento de niños", ha confesado.
Sin duda alguna, lo que más le ha gustado cubrir ha sido la llegada de personalidades importantes y mediáticas a Lanzarote. "Me he encontrado con los Reyes Eméritos de España, el ex presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, Camilo José Cela, los cantantes Joaquín Sabina y Julio Iglesias y la cantante Luz Casal, entre muchos más". "He podido conocerlos de cerca en las entrevistas, a las que iba a fotografiarlos", recuerda con orgullo y satisfacción.
Desde el periódico, hemos tenido acceso a alguno de los momentos más destacables para Carrasco dentro de los medios de comunicación. Ha logrado fotografiar a muchas personalidades destacables de Lanzarote, pero también a políticos que se acercaban a la isla de visita. Tuvo la suerte de retratar al artista canario César Manique, concretamente en una manifestación en Los Pocillos en Puerto del Carmen. También a destacables gobernantes como el ex presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, en su llegada al Aeropuerto de Lanzarote y durante su visita al Jardín de Cactus en 1992. Sin olvidar sus retratos al ex Rey, Huséin de Jordania, y al ex presidente checo, Vaclav Havel, que vino a la isla a pasar unas vacaciones en La Mareta.
En el mundo de la prensa rosa, un sector periodístico que también le ha tocado realizar, "lo que menos me ha gustado es hacer de paparazzi", ha dejado claro. Ir con la cámara detrás de los famosos, no ha sido de su total agrado. "Cuando me ha tocado, me ha tocado, pero nunca me he sentido cómodo", refiere.
"Lo que menos me ha gustado es hacer de paparazzi"
Una de las cosas de las que afirma no arrepentirse ha sido dedicarse a la fotografía. "Si tuviera que vivir otra vida, volvería a ser fotógrafo", muestra su pasión por su trabajo con una bonita declaración. Una carrera profesional de la que se siente muy satisfecho y de la que nunca se ha aburrido. "Siempre me ha gustado mi trabajo, he sido muy afortunado, además, ningún día ha sido igual a otro", ha explicado. Se declara fanático de su profesión y así lo demuestra abiertamente. "He tenido el mejor trabajo del mundo, nunca he querido dedicarme a otra cosa".
Ahora que llega el final de su etapa laboral, reconoce que necesita parar, olvidarse del teléfono y dedicarse tiempo para él. "Quiero hacer otras cosas, coger mi bicicleta y vivir sin preocuparme si pasa algo o no". Aunque confiesa que "no va a echar de menos" su trabajo, habrá momentos en los que le invada la nostalgia. "A lo mejor si alguna vez veo alguna rueda de prensa digo: "ay mira", asegura.
"He tenido el mejor trabajo del mundo, nunca he querido dedicarme a otra cosa".
La fotografía de antes y ahora
La inmediatez en el tratamiento de las fotografías durante los últimos años ha supuesto un reto para el veterano fotógrafo. "Es lo que más me ha estresado, pero me ha facilitado mucho el trabajo". Destaca que ha supuesto "una ventaja tremenda y ahorro de tiempo". Además, ha sabido sacarle partido a los avances tecnológicos que comenzaron en diciembre de 2002. "Al llegar la era digital dije: "esto es la gloria".
Reconoce que la forma de hacer fotografía en la actualidad le ha ayudado a adquirir conocimientos. "He aprendido a controlar mejor el archivo de fotos, a empezar con el tema digital, en concreto, con los programas de edición", ha subrayado. No es experto en edición, pero se defiende. "No se me da muy bien, pero hago lo básico para mi trabajo", asegura.
Deja claro que en estos tiempos hacer una buena fotografía ha pasado a ser tarea menos compleja. "Ahora todo es automático, te hace ir directamente al sentido de la imagen y centrarte en lo que deseas transmitir", apunta.
Él ha vivido las diferentes etapas que la fotografía ha tenido durante años. Al comenzar su carrera profesional se revelaba en blanco y negro y después, se introdujeron las imágenes en color. "Al comienzo de mi carrera, durante cuatro años, estuve haciendo fotos en color", ha desvelado.
La manera en la que se manejaban las fotografías en sus comienzos llama mucho la atención. "Cuando yo empecé enfocábamos a mano y después, teníamos que revelar los carretes", ha puntualizado. En la época de Canarias 7, para enviar el resultado final a Las Palmas de Gran Canaria debían hacerlo con un proceso laborioso. "Escoger las mejores fotos en el laboratorio, meterlas en un sobre, ir al aeropuerto, buscar un vuelo a Las Palmas y escoger a la persona que las llevara hasta allí", descubre a los lectores.
Para que posteriormente pudiesen ser entregadas al medio, realizaban una serie de indicaciones al taxista que iba a recoger a la persona y el material. "Describíamos la vestimenta y las características de las personas y las buscaban en el aeropuerto", recuerda. Un beneficio mutuo para la empresa y los usuarios, que eran trasladados de forma gratuita hasta la ciudad. "La gente estaba deseando llevar las fotografías, nos llamaban y hasta nos esperaban en el aeropuerto", añade.
Jubilación en Lanzarote
Ya llega el momento más esperado de su carrera, su jubilación. Una etapa que promete ser menos intensa, pero igual de especial que la anterior. "Voy a dedicarme a mi familia, amigos, pareja y a relajarme y disfrutar", ha aclarado. Antes de marcharse, ha recordado con agradecimiento todas las muestras de cariño que sus compañeros de profesión le han trasladado en su despedida, muy cercana a la celebración de su cumpleaños. "El sábado pasado me hicieron una fiesta sorpresa, fue un fin de semana para no olvidar", relata emocionado.
Las vacaciones le esperan y volverá a su tierra natal. "A Madrid solamente voy a ir a pasar unos días", adelanta. Aunque no lo cambia por vivir en Lanzarote. Confiesa que la calma fue lo que le enamoró de la isla. "La tranquilidad es lo que más me gustó cuando aterricé aquí", añade.
