Un informe aplaude la gestión de la Guardia Civil de Costa Teguise en la identificación de migrantes fallecidos

Caminando Fronteras resalta "las complejidades y barreras institucionales" a las que se enfrentan los familiares que tratan de hallar los cuerpos de sus seres queridos

31 de diciembre de 2024 (16:47 CET)
Llegada de migrantes, entre ellos un cadáver a Puerto Naos Fotos: Juan Mateos
Llegada de migrantes, entre ellos un cadáver a Puerto Naos Fotos: Juan Mateos

La investigación Monitoreo Derecho a la Vida 2024 de la organización no gubernamental Caminando Fronteras ha resaltado "las buenas prácticas" en la policía judicial de la Guardia Civil de Costa Teguise, en Lanzarote, y en la Comandancia de El Hierro a la hora de facilitar a los familiares el acceso a la identificación de personas muertas y desaparecidas en la ruta migratoria hacia Canarias.  

Este año 2024 se ha convertido en el más mortífero para las personas migrantes que se han embarcado en un viaje en patera, neumática o cayuco hasta las costas de las islas Canarias. En total, 9.757 personas han fallecido o desaparecido, según Caminando Fronteras, en la travesía entre Marruecos, el Sáhara Occidental, Mauritania, Senegal y Gambia hacia el archipiélago. Estas personas procedían de diferentes países, muchos azotados por la pobreza o los conflictos bélicos como Mali, Costa de Marfil, Burkina Faso, Somalia, Siria o Sierra Leona. Además, también han llegado personas de países asiáticos como Bangladesh o Pakistán. A pesar de ello, la falta de medios oficiales para localizar a las personas desaparecidas o fallecidas en las embarcaciones que zozobran en las fronteras europeas llevan a las familias a vivir una "revictimización".

Caminando Fronteras resalta "las complejidades y barreras institucionales" a las que se enfrentan los familiares que tratan de hallar los cuerpos de sus seres queridos. Así, este informe expone que hay "personas muertas y desaparecidas de segunda clase" y que las familias de las víctimas son "atravesadas por el racismo institucional" a la hora de buscar respuestas. Frente a ello, señala los "avances en la puesta de denuncias" y la buena praxis en la policía judicial de Costa Teguise. 

La identificación de cádaveres de personas desaparecidas, como las que ha seguido La Voz, surge de una búsqueda entre naciones. En la mayoría de los casos, esta ONG identifica que la documentación necesaria para identificar a los fallecidos "se encuentran en otros países", por lo que es crucial el trabajo de los consulados en los países de origen.

Además, defiende que la toma de ADN es "una herramienta para proteger los derechos de las víctimas y las familias", aunque expone que "de forma sistemática" el Ministerio de Asuntos Exteriores "niega la realización de esas pruebas y pone todas la trabas posibles" para no atender a las familias. 

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