El Ayuntamiento de Yaiza ha puesto en marcha un nuevo protocolo para la prevención de cualquier tipo de violencia a menores en el ámbito deportivo. Lo que pretende la iniciativa de "obligatorio" cumplimiento según lo que marca la Ley de Protección Integral contra la Violencia en Menores, es hacer que los diferentes clubes del municipio conozcan las casos y la manera de actuar contra la violencia física, psicológica y sexual, entre otras.
El responsable de protección a la infancia en el proyecto 'Ederto' de la fundación EDEX, Gonzalo Silio Saiz, ha detallado a La Voz, la normativa de actuación y cumplimiento que los clubes y ayuntamientos deben llevar a cabo. Una normativa que nace en 2021 y con la que Yaiza se convierte en el primer municipio de Lanzarote en ponerlo en marcha y entre los pocos de Canarias en implementarlo. Un protocolo que "cree en los beneficios del deporte para el desarrollo social", y además, "quiere ofrecer a la ciudadanía actividades basadas en seguridad y protección para los menores, con el objetivo de evitar cualquier tipo de violencia", ha concretado el responsable.
A juicio de Silio, las denuncias por violencia en el deporte suelen resultar "complicadas" de llevar a cabo. Las razones principales son la "cercanía" o "confianza" con la persona que ejerce el abuso de poder. "Cuesta más reconocer esa violencia y denunciar cuando es un conocido, que hacerlo en el caso de un extraño", ha recalcado. El factor que juega en contra para poder reconocer ser víctima de cualquier violencia es "la parte ética", ha concretado. También deja claro que las investigaciones en personas del entorno se vuelven más "difíciles", "Se genera en un marco de confianza y es complicado recabar las pruebas que aluden a las personas cercanas".
Un contexto en el que es "necesario" llevar a cabo medidas preventivas. Desde que se implementan estos protocolos en el deporte el crecimiento de denuncias es "abismal", ha señalado Gonzalo. "Los menores lo empiezan a usar, se comienzan a detectar casos y se comunican a las autoridades competentes", ha argumentado. El responsable del proyecto ofrece las pautas a llevar a cabo en el caso de ser testigo, sospechar o enterarse de algún caso de violencia en menores. "No se deben recabar pruebas por cuenta propia, ni tampoco enfrentar la situación, se debe comunicar al Delegado de protección a la infancia y a las autoridades competentes", ha aconsejado.
El responsable ha enumerado tres tipos de medidas en las que se basa el procedimiento. Medidas de seguridad, prevención y actuación frente a la violencia o discriminación que sufra cualquier menor en el deporte. Una forma de enfocar la formación, que se llevará a cabo próximamente, para los clubes en la que ofrecer "un marco para el personal y que pueda tener las herramientas mínimas obligatorias por ley y poner los pasos para implementarlas", ha enumerado.
Los trabajadores deben seguir siendo ser personas "sensibles frente a la violencia y reactivos en cuestión de la violencia que pueda sufrir un menor en el ámbito deportivo", ha remarcado Gonzalo. Debemos poner el foco en que "todas las violencias que existen en la sociedad se dan en el deporte", deja claro a modo de concienciación.
Misma iniciativa en Arrecife, Tías, Tinajo y desde el Cabildo de Lanzarote
Según adelanta Gonzalo, otros ayuntamientos de la isla se encuentran en avances para implementar este protocolo. Arrecife, Tías y Tinajo, contarán con la normativa y además, un delegado de protección a la infancia. "Todas las entidades deportivas profesionales deben contar con la figura de Delegados de protección a la infancia", ha apuntado. También, desde el Cabildo de Lanzarote, "se han reunido para dar pasos para cumplir la ley".
"Solamente entre el 10 y 20% se denuncia, el resto de casos acaban ocultados"
En el territorio español, no solamente Canarias implementa el protocolo, también comunidades autónomas como País Vasco, Navarra, Rioja, y las ciudades Barcelona, Oviedo y Santander, ya lo realizan, aunque todavía falta por implementar, se sigue trabajando con lentitud", ha recalcado.
Con respecto a los datos en Lanzarote, el 20% de la población infantil está en riesgo de sufrir algún tipo de violencia, según ha informado Saiz. Cabe recordar que a nivel global "el 86% se da primeramente en la familia, pero el 14 % restante en actividades con menores, entre ellos el deporte", ha añadido el experto.
Además, en relación a las denuncias por violencia, "solamente entre el 10 y 20% se denuncia, el resto de casos acaban ocultados", ha relatado Gonzalo. Según un informe del proyecto europeo CASES, "el 80 % de los niños y niñas reconocen que están en contacto con alguna violencia", ha recordado el responsable.
Una iniciativa muy bien acogida por las familias
Desde que se implican medidas directamente relacionadas con menores para prevenir la violencia, las familias y los principales protagonistas afrontan su implicación desde una manera positiva. "Les ayuda a mejorar y a plantearse su propio estilo de enseñanza para hacerlo más respetuoso", ha puntualizado.
El responsable del proyecto advierte que "todos los clubes de Yaiza deben seguir el protocolo". El posterior incumplimiento de las medidas "incurre en responsabilidades legales", manifiesta. Además, las instalaciones del Ayuntamiento de Yaiza también tienen que "cumplir con el cumplimiento", ha resaltado. "Cada club tiene la obligación de conocer las medidas, ponerlas en marcha y tener claro que cada entrenador debe estar formado dentro de lo que marca la ley", ha señalado en referencia a la preparación del delegado correspondiente.
Desde el Consistorio se encuentran "sorprendidos por los datos de violencia que hay" y mediante las medidas implementadas, se van "reconfortados, saben que trabajar de esa forma es educar mejor", ha detallado Gonzalo. Lo más reseñable del protocolo es hacer ver que "existen espacios que no son seguros y pueden entrañar que surja por ejemplo, la violencia sexual en el deporte", ha asegurado Gonzalo.
Es necesaria la intervención para conocer los puntos clave en los que pueden producirse cualquier tipo de agresión. En los vestuarios, viajes y pernoctaciones, concentraciones y sobre todo, dado el contacto físico habitual en la enseñanza práctica, van a convertirse en espacios de mayor atención y vigilancia.