Pilar Díaz Martínez fue abandonada en una bolsa de la compra cuando era una bebé recién nacida. La niña fue encontrada entre dos bungalows de Famara, en Teguise, en 1982. Ahora, ha regresado a Lanzarote desde la península para saber quiénes son sus padres biológicos.
Hace 42 años, un hombre que se encontraba en ese momento en Los Noruegos, Francisco Armas Curbelo, encontró a la niña, entre las viviendas 127 y 128 y dio aviso a la Guardia Civil. A Francisco no le tocaba trabajar ese día, "pero por cualquier motivo se encontraba allí", señala Pilar en una entrevista con La Provincia.
"Cuando vio la bolsa y lo que había dentro se puso nervioso, llamó al cuartel de la Guardia Civil, a la recepción de los apartamentos y me llevaron corriendo a Valterra". Luego, un agente que se encontraba destinado en Lanzarote, se hizo cargo de Pilar. Él y su mujer, ambos ya fallecidos, se convirtieron en sus padres adoptivos.
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