Una pareja de Lanzarote se enfrenta a una difícil situación tras la hospitalización de su hija de 13 años, que ha sido trasladada al pabellón psiquiátrico juvenil de Gran Canaria para recibir tratamiento por problemas de salud mental.
La familia ha estado lidiando con la enfermedad de la menor durante varios años, lo que ha llevado a múltiples visitas a urgencias debido a autolesiones e intentos de suicidio. Esta situación ha puesto a prueba no solo la salud mental de su hija, sino también la resistencia emocional y financiera de sus padres.
Desde que se mudaron a Lanzarote cuando la niña tenía apenas tres años, sus padres han sido testigos de las luchas de su hija tanto en el ámbito escolar como en su vida personal. Según han asegurado en un comunicado, "la falta de recursos adecuados en el sistema de atención médica de Lanzarote para el tratamiento de la salud mental en menores ha llevado a la intervención judicial", resultando en la orden de internar a su hija en Gran Canaria. Este cambio ha supuesto "un desafío logístico y financiero" para la familia, que ahora debe viajar entre islas para estar cerca de su hija.
Los padres han decidido viajar a Gran Canaria los martes, jueves y todos los fines de semana con el fin de brindar apoyo emocional a la menor durante su tratamiento. Sin embargo, los costos de estos viajes, sumados a la necesidad de alojamiento y comida, están generando una carga económica significativa. “Viajar no es barato y todo lo que necesitamos es ayuda para los viajes esenciales”, expresa su padre, quien, junto a su madre, busca maneras de recaudar fondos para poder mantenerse cerca de su hija en este momento crítico.
La familia ya ha conseguido superar el objetivo de 5.000 euros que se había marcado, con 95 donativos.
La situación se ha vuelto aún más angustiante para la familia, ya que el hospital ha enfatizado la importancia de su presencia continua en el proceso de recuperación de la niña. “Ella nos espera y reza para vernos. Decir que esto nos ha destrozado es quedarse corto”, señala la madre, visiblemente afectada por la angustia de su hija en declaraciones a GoFundme.
A pesar del dolor, la pareja se siente afortunada de contar con empleadores comprensivos que les permiten ausentarse del trabajo cuando es necesario, pero la realidad financiera sigue siendo una gran preocupación.
En un esfuerzo por facilitar estos viajes, sus padres han comenzado a recaudar fondos y han recibido el apoyo de amigos que están dispuestos a donar. Han habilitado un sobre en el bar Decky Dillons en Matagorda para aquellos que deseen contribuir. “Cualquier pequeña donación nos ayudará a estar más tiempo con la menor, ofreciéndole el amor y apoyo que necesita para mejorar”, concluyen, con la esperanza de que su comunidad los ayude a superar esta difícil etapa.
